Los días son oscuros
Hay tanto llanto
En una celda de muros
Un alma en espanto
Viendo solo por espejos
En un mundo perdido
Estando de Dios lejos
Y quedando en el olvido
Con una mirada vacía
Se acerco al predicador
Preguntando si todavía
Existía el amor
Con lagrimas en sus mejillas
Le conto su horror
Con palabras sencillas
Pero llenas de dolor
¿Verá Dios mi quebranto?
¿Habrá para mi salvación?
Rogaba al Espíritu Santo
Pidiendo...perdón
En medio de su llanto
Su mano extendía
Como deseando tocar su manto
Y diciendo...la culpa es mía
Dios mío, no puedo mas
Grito el predicador
Con ojos llenos de lagrimas
Abrazando al arrepentido pecador
Si! Si existe el amor!
Clamo con emoción
Recíbelo hoy del Señor
Recíbelo en tu corazón
Llego la despedida
Se fue el predicador
El regreso a la celda
Pero con un nuevo amor