La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha vuelto a escribir en Facebook sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, el hombre que la denunció por encubrimiento de terroristas cuatro días antes de fallecer con una bala incrustada en la cabeza. En un extenso mensaje de 2.900 palabras, Fernández asegura que no cree que la muerte de Nisman se trate de un suicidio.Y sostiene que "una rápida lectura" a la denuncia íntegra del fiscal no hace más que confirmar sus "peores sospechas" y encontró respuestas para los interrogantes que ya planteó en su anterior mensaje de Facebook, el pasado día 19.
Fernández asegura que la denuncia no aporta nada nuevo. Asegura que a Nisman le "plantaron" información falsa en su informe. "La acusación de Nisman no sólo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico", asegura. Y a renglón seguido sostiene: "La denuncia del Fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado de la AMIA". Más adelante remacha: "Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible".
El texto lo titula: "Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio". A continuación lo reproducimos de forma íntegra:
Ayer los argentinos tomamos conocimiento de la denuncia completa del Fiscal Nisman. Siempre se ha dicho que el idioma inglés, a diferencia del español, no tiene tanta diversidad de palabras para definir objetos, situaciones, adjetivos, etc. Y es cierto. Pero debo reconocer que en esta oportunidad, al ver y leer en el día de la fecha la tapa del diario porteño ¨Buenos Aires Herald¨, la economía de vocabulario tiene también sus ventajas.
En efecto, el referido matutino expresa su opinión sobre la denuncia del Fiscal Nisman y lo hace con precisión quirúrgica, o tal vez lingüística. Sobre un facsímil del dictamen, dos palabras inapelables: ¨Nothing new¨. En español: ¨Nada nuevo¨.
Por si no bastaba, agrega como subtítulo: ¨El reporte de Nisman fracasa en avivar las llamas de conspiración¨. Fracaso y conspiración, dos palabras que si hubiera utilizado ésta Presidenta sería objeto de las peores críticas. Creo que nadie podrá acusar al periódico de habla inglesa de ser un medio afín o cooptado por el Gobierno.
Podría mencionar también el análisis de Horacio Verbitsky: ¨Alerta roja¨, publicado en Página 12 también en el día de la fecha, o el de Raúl Kollmann, en el mismo diario, páginas 2 y 3… pero ya se sabe, no faltaría quienes los impugnaran pese a ser ambos periodistas quienes han analizado y seguido el caso AMIA desde sus orígenes.
Inclusive Horacio Verbitsky preside el CELS, que representa a familiares de víctimas del atentado, que integran el colectivo Memoria Activa.
Bueno Aires Herald, Página 12 y otros medios (no quiero ser injusta con nadie), derribaron como un castillo de naipes lo que fue presentado como ¨la denuncia del siglo¨ que demostraría nada más ni nada menos que la complicidad de la Presidenta de la República, de su Canciller y del Secretario General de La Cámpora, en el encubrimiento de los iraníes acusados de haber participado e el atentado de la AMIA hace 21 años.
Por mi parte, debo confesar que una rápida lectura de la denuncia publicada en el CIJ, sitio informático de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, no hizo más que confirmar mis peores sospechas, y encontrar respuesta a muchos de los interrogantes que planteé el día 19 del corriente en la ÚNICA carta que escribí y compartí con el Pueblo argentino: ¨AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes¨.
Única con mayúscula se debe a que en el día de la fecha se publicó y habló de: ¨Una nueva carta de Cristina¨ (sic). NO. La carta fue una sola, difundida por distintos sistemas de la red. Basta con leer el texto. Pero en la Argentina, tal como siempre lo afirmo, todos los días hay que volver a explicar lo obvio y simple.
Esta es la segunda y con motivo, precisamente, de haber conocido finalmente el texto de la denuncia, al igual que el resto de los argentinos. Saludable signo democrático. La Presidenta denunciada se entera al mismo tiempo que el restos de los 40 millones que tiene la responsabilidad de representar.
Decía que la lectura de la misma no hizo más que confirmar mis peores sospechas. Tenía razón el ¨Buenos Aires Herald¨: ¨Nada nuevo¨. Pero también por otras razones: al informe de Nisman le ¨plantaron¨ información falsa. Casi una réplica de lo que me tocó ver en la comisión que seguía la investigación de la causa principal. Los presuntos agentes de inteligencia que Nisman identificaba como miembros de una ¨SIDE paralela¨ en conexión ¨directa¨ con la Presidenta, Ramón Allan Héctor Bogado y Héctor Yrimia, NUNCA habían pertenecido a la Secretaría de Inteligencia, bajo ningún carácter. Es más, con fecha 12 de noviembre del 2014 la Secretaría de Inteligencia denunció criminalmente al Sr. Bogado por la posible comisión del delito de ¨tráfico de influencia¨, ya que presentaba ante funcionarios de Aduana como personal de inteligencia. La causa tramita en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 9.
Por si fuera poco, el 7 de agosto del 2013 se recibió en la Secretaría de Inteligencia un oficio librado por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 en una causa por el delito de ¨extorsión¨ en el cual se solicitaba si Ramón Allan Bogado, prestaba servicios en dicha dependencia, y en caso afirmativo, debía concurrir al Tribunal a declarar. Todo lo precedentemente detallado fue informado al Juez Lijo a requerimiento del mismo, por haber quedado radicada la denuncia de Nisman en el juzgado a su cargo.
Dichas actuaciones tuvieron lugar antes de que asumieran las actuales autoridades de la Secretaría y quien puso en conocimiento de las mismas a sus superiores fue precisamente el entonces Director General de Operaciones, Ing. Antonio Horacio Stiusso el día 10 de noviembre de 2014. La denuncia fue presentada al día siguiente.
Aquí es bueno recordar declaraciones del Fiscal Nisman realizadas el 14 de enero de 2015 en el programa ¨A dos voces¨ del cable TN (ya saben de quienes se trata). Alli, ante una pregunta sobre el Ing. Stiusso: Alfano: “¿Y que hizo Stiusso?”, Nisman contesta: “Absolutamente todo lo que yo le pedía. Con quien coincidía muchas veces y tenía muchísimas discrepancias. Stiuso en un excelente profesional. No tengo dudas, pero a veces Stiusso como todo hombre de inteligencia venía y me decía “tengo ésta prueba, en tal hecho participó fulano” y la explicación que me daba cuando me hablaba era coherente, la prueba la daba un informante de la triple frontera, “pero escúcheme, para inteligencia es bárbara ésta prueba, yo tengo que ir ante un tribunal, me sacan corriendo, que digo me lo dijo el señor Stiusso” y se generaban discusiones. Yo solamente validaba jurídicamente lo que le podía dar validez judicial”. Textual.
Si Stiusso era el que le daba toda la información que Nisman pedía y tenía, es más que evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (¿o le escribió?) que Bogado e Yrimia eran agentes de inteligencia. ¿Es posible que se haya olvidado que él mismo lo había denunciado en noviembre del año pasado y se había iniciado causa judicial? Y si se había olvidado un hombre tan memorioso ¿No consultó con la oficina de Recursos Humanos?
Aquí cobra especial importancia las declaraciones del Juez de la causa Dr. Canicoba Corral, quien se ha referido críticamente a la participación del Ing. Stiuso, manifestando que en lugar de colaborar, terminó dirigiendo la investigación. Personalmente creo que hacía algo más que dirigirla. Los hechos hablan por sí solos.
Si entonces todo es falso. Si los agentes no son agentes. Si Interpol, en la persona de su ex jefe Ronald Noble, demolió la acusación sobre las alertas rojas afirmando que lo que decía Nisman era falso. Si el comercio con Irán decrece en vez de aumentar luego del Memorándum. Si los que venden granos no son ni la Presidenta, ni el Canciller, ni el Secretario General de La Cámpora, sino en forma privada y sin intervención del Estado, entre otras, las firmas: Bunge, Cargill, Nidera, Oleaginosa Moreno de la firma suiza Glencore, Aceitera General Deheza, Molinos Rio de La Plata, Vicentin, inclusive el Sr. Jorge Aranda directivo de Clarín, quién triangula operaciones de venta de arroz a Irán a través de la firma Molinos Libres SA. Como se verá, empresas y empresarios que no son precisamente “amigos” del Gobierno, como gusta adjetivar Clarín a algunos que no responden a sus directivas o invitaciones.
Si además el Gobierno nunca compró petróleo a Irán. Si además el supuesto agente iraní Jorge Alejandro Khalil aparece asociado comercialmente a su hermano Alberto Amado Edgardo Khalil, quién se desempeñó como Director General de Asuntos Jurídicos de la Legislatura porteña, designado por el entonces Vicepresidente de la Legislatura Santiago de Estrada y el entonces Secretario Administrativo Oscar Moscariello (hoy Vicepresidente de BOCA Jr. y dirigente del PRO). Luego, por Decreto, se le otorgó Poder General Judicial para representar al Gobierno de la Ciudad, y renuncia a la Dirección General de Asuntos Jurídicos 8 días después del procesamiento y dictado de prisión efectiva al ex Jefe de la Policía Metropolitana Jorge “el fino” Palacios por espionaje telefónico, entre otras personas, a familiares de víctimas de la causa AMIA.
Resulta extraño que quien profesa con tanto fervor la fe islámica, lo cual merece mi mayor respeto, y es un incondicional defensor de la República Islámica Irán, algo completamente legal en Argentina, se asocie con dirigentes de un partido manifiestamente anti-iraní. Porque si bien los parientes no se eligen, los socios comerciales sí.
Asimismo llama la atención que el Fiscal Nisman, o quienes lo asesoraban en la investigación, se hayan interesado únicamente en escuchar telefónicamente a Khalil cuando hablaba con determinadas personas. En cualquier parte del mundo una investigación antiterrorista seria, lo primero que hace es determinar vínculos comerciales, de financiamiento, etc.
Es más, si algún Juez o Jueza profundiza la investigación sobre este ciudadano, además de escuchar su teléfono, tal vez se encuentre con información que nada tiene que ver con la religión, con Irán y con todas las cosas que parecen ser. Porque en la Argentina, como en todos lados, no todo lo que parece es y viceversa.
En síntesis, la acusación de Nisman no sólo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico. Y ahí está una de las claves. El Fiscal Nisman no sabía que los agentes de inteligencia que él denunciaba como tales, no lo eran. Mucho menos que uno de ellos había sido denunciado por el propio Stiusso.
Tampoco investigó, fuera de las escuchas que le suministraba Stiuso, al ciudadano Jorge Alejandro Khalil. A esta altura los interrogantes que me planteaba el 19, se van convirtiendo en certezas, igual que cuando se avanzaba en la investigación de la causa AMIA.
La denuncia del Fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA.
El estrépito de la denuncia, sumado al marco internacional por lo sucedido en Francia, que aún sin pruebas ni sustento, plagada de información “plantada”, quedaba sepultada por la muerte del Fiscal. Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio. Recurso que ya ha sido utilizado en muchos casos tristemente célebres. Quiero recordar uno en especial para retomarlo más adelante, el de Lourdes Di Natale quién se “suicidara” tirándose por un balcón.
Al Fiscal Nisman no lo hacen volver sólo para denunciar algo que sabían no tenía sustento y que no podía perdurar. Cuando la periodista Sandra Russo analiza el caso en Página 12 bajo el título “El truco de la confusión” y afirma: “Quisieron usar vivo a Nisman y ahora lo usarán muerto”, se equivoca. Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible.
Porque surgen nuevos interrogantes a medida que se hacen públicas muchas cosas. ¿Porque habría de suicidarse alguien que escribe un mensaje en su chat como el que escribe el Fiscal Nisman cuando explica a un grupo cerrado de amigos su regreso intempestivo al País? En un tono casi épico, reflejando que venía a cumplir una tarea “para la que se había preparado pero no se la imaginaba tan pronto”.
¿Por qué se iba a suicidar alguien que en su chat explica que la tenía pensada hace tiempo pero que la había tenido que adelantar? ¿Tal vez lo hicieron venir por lo ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada para la campaña presidencial? ¿O tal vez se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?
¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las 18.27hs le envió una foto a un Wolff, miembro de la DAIA, de una imagen de su escritorio donde se ven papeles y resaltadores, y le aseguraba que se estaba preparando para la reunión del día lunes en Diputados? El propio Wolff expresa textualmente: “Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. El me respondió que quien lo tenía que hacer era el Secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando”.
¿Por qué se iba a suicidar si no sabía que era falsa la información que estaba en el informe? Estas respuestas seguramente las podrán dar quienes lo convencieron de que tenía en sus manos “la denuncia del siglo” proporcionándole datos falsos.
Pero además, si hubiera tenido sospechas de falsedad de información o de falta de sustento en el supuesto de que se lo habían escrito “otros” ¿Por qué se iba a suicidar alguien que ya había sido acusado por numerosos familiares de las víctimas del atentado en la AMIA o directamente lo habían recusado? ¿En qué hubiera cambiado su vida si el informe no tenía sustento y el Juez a cargo, como es común, corriente y sucede a diario, le dicta un “téngase presente y resérvese hasta que se adjunte más prueba”?
¿Por qué se iba a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba, él y su familia, de una excelente calidad de vida? Pero además ¿Por qué iba a pedir prestada un arma para suicidarse cuando el Fiscal tiene registradas dos armas a su nombre en el RENAR? Una pistola semiautomática marca Bersa calibre 22 plg largo rifle (similar a la que fue hallada junto a su cuerpo) y un revólver acción doble marca Rossi calibre 38.
Resulta imposible no observar que en cualquier lugar del mundo, si alguien aparece muerto por un arma que está registrada a nombre de otra persona y esa misma persona resulta ser la última que estuvo con él en vida, le entregó el arma en el mismo lugar del hecho, su casa, y es un íntimo colaborador suyo especialista en informática que trabaja también en la causa AMIA desde el año 2007, resulta cuanto menos raro. Muy raro. Por eso es más que conveniente que se le otorgue mucha protección al Sr. Daniel Ángel Lagomarsino.
Como también resulta muy conveniente que se ordenen sumarios e investigaciones lo más rápidamente posible sobre la propia custodia del Fiscal Nisman. Esto es: los 10 policías federales. ¿Si informaron inmediatamente de descubierto el hecho al 911 o a sus superiores?
¿Cómo se permitió el ingreso al lugar donde estaba el cuerpo del Fiscal Nisman a un médico privado de una obra social antes de dar cuenta al Juez, a sus superiores, a los forenses?
Interrogantes estos y otros que deberán ser investigados por la jueza y la fiscal de la causa. Si, ya se. Llegaron a mí la publicaciones en Twitter y Facebook de la Jueza interviniente. Manifestaciones no solamente de neto corte opositor hacia el Gobierno Nacional, sino que diría hasta ofensivas hacia la figura presidencial que revisten mayor gravedad proviniendo de una funcionaria pública de otro Poder. Dicho sea de paso, también tuvo expresiones hacia su propia institución cuanto menos, poco felices.
Pero lo que más me inquieta es que es la misma Jueza que trató la causa del “suicidio” de Lourdes Di Natale, ex Secretaria de Emir Yoma, quien lo denunció por pago de coimas y fue una figura clave en la venta ilegal de armas. La causa se cerró y Lourdes sigue “suicidada”.
No fue casual que en única nota que publiqué el 19 de enero, antes de conocer la denuncia de Nisman, en el segundo párrafo, y refiriéndome concretamente a la muerte del Fiscal Nisman, escribí con signo de interrogación “¿suicidio?”. Hoy no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas. Había que traer urgente al país para aprovechar el estrépito internacional provocado por los actos terroristas ocurridos en Francia. Nisman mismo lo expresa en su chat cuando dice que no lo imaginaba tan pronto refiriéndose a lo que venía a hacer en su retorno imprevisto.
Lo que nunca pudo imaginar es que el tiempo no solamente había comenzado a correr para la “denuncia del siglo”, sino también para su propia vida.
En varios medios de comunicación se recordaron, en estos días, casos de “suicidios” que nunca se esclarecieron: el Brigadier Etchegoyen que investigaba en la Aduana un caso de narcotráfico, mientras la aeronáutica era conducida por su camarada José Antonió Juliá (padre de los dos condenados en España por narcotráfico), el Capitán de Navío Horacio Pedro Estrada que estaba imputado en la causa por venta ilegal de armas, Marcelo Cataneo acusado de pagar coimas en el caso de Banco Nación-IBM, el caso de la propia Lourdes Di Natale que mencioné en párrafos anteriores.
Sin embargo, el caso del Fiscal Nisman es diferente. Todos los casos mencionados remiten a cuestiones de corrupción y dinero. El caso AMIA es otra cosa. Es el mayor atentado terrorista que sufrió nuestro País y cobró la vida de 85 argentinos. Las víctimas y sus familiares esperan justicia hace 21 años y es precisamente desde allí, desde el Poder Judicial, único encargado de investigar, acusar, juzgar y condenar a los responsables de tanta tragedia, desde donde se puede cumplir esa demanda permanente de Verdad y Justicia.
En Argentina se hacen cada vez más preguntas sobre la muerte que sacudió al país: la del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, que investigaba el peor atentado en la historia argentina ocurrido hace ya más de 20 años.
Pero por ahora, las respuestas escasean, dando lugar a todo tipo de especulaciones y rumores.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner catalogó la muerte de Alberto Nisman como "el suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio".
"Hoy no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas", continuó Fernández en su más reciente comunicado, este jueves.
BBC Mundo le presenta algunas de las principales interrogantes y lo que la investigación y las autoridades han dicho hasta el momento sobre ellos.
¿Por qué Nisman había pedido un arma?
El fiscal tenía asignados 10 guardaespaldas que lo protegerían en caso de amenaza. Además, vivía en un edificio con cámaras de seguridad y custodia. ¿Por qué pidió entonces un arma, cuando además ya tenía dos registradas a su nombre?
Según el diario Página 12, el responsable de informática del equipo a cargo de la investigación de la causa AMIA que Nisman lideraba, Diego Lagomarsino, aseguró que el fiscal le había solicitado personalmente la pistola Bersa calibre 22.
"Me dijo que era por seguridad", explicó a través de un contacto del diario argentino, ya que Lagomarsino no ha hecho declaraciones directas a la prensa desde que se presentó a declarar ante la fiscal que investiga la muerte de Nisman, el lunes.
"Que el día anterior lo había llamado Stiuso (ex director de Operaciones de los Servicios de Inteligencia) y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas".
Diego Lagomarsino está considerado como la última persona que vio con vida al fiscal y permanece en un hotel protegido por la Policía Federal.
Medios de prensa informaron además que la custodia del fiscal era "ambulatoria" y aguardaban en el exterior del apartamento, o incluso, del edificio.
¿Entró alguien al apartamento antes de la muerte de Nisman?
Una de las principales claves para saber si alguien pudo haber instigado la muerte es descubrir si una o más personas entraron al apartamento del fiscal - y cómo lo hicieron.
Según la declaración del cerrajero que abrió la puerta para que entraran la madre de Nisman y los guardaespaldas, la puerta de servicio tenía puesta la llave por dentro.
Y estaba cerrada pero no bloqueada con vuelta de llave, por lo que el cerrajero pudo abrirla de par en par en apenas "dos o tres minutos".
"No es un dato menor, porque eso significa que alguien pudo haber salido por esa puerta", dijo el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Este miércoles se conoció la existencia de un ducto de aire acondicionado que comunicaba el apartamento de Nisman con el de un vecino extranjero, cuya identidad no se ha revelado.
En el pasadizo se encontró una huella digital y una pisada que se están analizando.
¿Por qué el secretario de Seguridad llegó antes que el juez y la fiscal al apartamento?
El secretario de Seguridad del gobierno argentino, Sergio Berni, llegó al departamento de Nisman antes que el juez y la fiscal a cargo de la investigación.
Berni es famoso por sus espectaculares llegadas a operativos de seguridad -en alguna ocasión descendió en helicóptero- y es uno de los funcionarios más mediáticos del gobierno. Ahora se enfrenta a numerosos cuestionamientos.
La ONG Paso a Paso Argentina lo denunció por "encubrimiento" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público", argumentando que violó los protocolos que debe seguir un funcionario en casos como éste.
Berni sostiene que fue "extremadamente prudente" y que se aseguró de que nadie accediera a la documentación que Nisman tenía dentro del apartamento.
"La madre y el jefe de custodia fueron los primeros que entraron, a las 22 (horas). Cuando yo llegué había mucha gente ahí adentro", dijo en una entrevista.
"Ni siquiera ingresé al baño donde estaba el doctor Nisman. Apenas me asomé para mirar. Mi función es que se pongan en marcha los protocolos", afirmó Berni.
¿Regresó el fiscal de imprevisto a Argentina?
Se ha especulado mucho con los motivos por los cuales el fiscal regresó a Buenos Aires de sus vacaciones en Europa, cuando estaba previsto que regresara después del 20 de enero.
Y sobre por qué presentó su controvertido informe –donde involucra directamente a la Presidencia del país en una trama criminal- durante las vacaciones judiciales, haciéndolo llegar al magistrado Ariel Lijo en lugar de al juez encargado de la causa AMIA (o en vez de haberlo mandado a sorteo de juzgado, un mecanismo establecido por la Justicia argentina para decidir quién queda a cargo de una causa).
La propia presidenta, Cristina Fernández, cuestionó los tiempos de la vuelta del fiscal al país.
"¿Tal vez lo hicieron venir por lo ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada (su acusación y su informe) para la campaña presidencial? ¿O tal vez se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?", escribió la mandataria.
Según la diputada de la oposición Laura Alonso, Nisman había acordado el 6 de enero una cita con ella en Buenos Aires para la semana siguiente.
"Yo (tengo) news. Te llamo y te cuento. Martes puede ser", le escribió por Whatsapp a la legisladora. El martes 13 se encontraron en Buenos Aires.
¿Se retrasó la llegada de ambulancias?
A las 22:49, el Servicio de Emergencias de Buenos Aires recibió una llamada desde un número celular con un pedido de auxilio catalogado con "código rojo".
Al llegar al edificio Le Parc, donde residía Nisman, el personal de seguridad aseguró a los trabajadores médicos que no se había pedido su servicio.
La Policía Federal hizo, más tarde, otro llamado de ayuda para la esquina donde se ubica la torre de apartamentos, en el barrio porteño de Puerto Madero.
Pero según el Ministerio de Salud de la ciudad, los servicios de emergencias tampoco llegaron a atender a Nisman en esa ocasión.
"Lo que sabemos es que cuando ingresaron y vieron el cuerpo (la madre de Nisman y los custodios), la madre llamó a Swiss Medical (un reconocido proveedor médico privado de Argentina al que el fiscal estaba suscrito)", explicó Berni.
"Fue una ambulancia y lo que pudimos saber es que desde lejos miraron y estaba muerto".
"La segunda ambulancia era de SAME (servicio de emergencias de la ciudad), llegó una vez que entró la médica legista, que fue la primera que entró a pedido de la fiscal y constató la muerte… La gente del SAME preguntó si se tenía que quedar. Le preguntaron a la fiscal y le dijeron que se vaya", agregó.
Las primeras investigaciones sugieren que Nisman llevaba horas muerto cuando el médico de la clínica privada llegó al apartamento.
¿Por qué no había pólvora en las manos de Nisman?
El examen de rastros de pólvora en las manos del fiscal -una de las pruebas más básicas en casos donde se supone un suicidio- dio negativo.
Aunque eso no descarta del todo la hipótesis del suicidio.
"Eran muy pocas las partículas de residuos que se levantaron en el lugar. Además al ser un calibre 22 y no un arma de guerra, usualmente eso provoca que el barrido electrónico no arroje resultados positivos", dijo la fiscal a cargo, Viviana Fein.
Incluso se especuló con la posibilidad de que el médico que acudió al apartamento pudiera haber borrado accidentalmente el rastro de pólvora al tocar la mano del difunto.
El miércoles se ordenaron pruebas balísticas con el arma aparecida junto al cadáver del fiscal que puedan ayudar a determinar la causa de la muerte.
Mientras, el gobierno argentino reconoce que "la teoría del suicidio cada vez queda un poco más lejos".
La fiscal Viviana Fein espera los resultados de los exámenes histopatológico y toxicológico, y no descartó ordenar nuevos análisis. Analizan las imágenes de las 160 cámaras del edificio Le Parc
La fiscal Viviana Fein informó este sábado que el disparo que produjo la muerte Alberto Nisman fue a "una distancia no mayor a un centímetro". Además, señaló que la vaina y el proyectil hallados en el baño "se corresponden con el arma" calibre 22 que fue encontrada en la vivienda.
Fein argumentó que al ser "la autopsia la única medida de prueba" que obra en la causa, y sostuvo que el único disparo que se registró en el cráneo del fallecido fiscal se produjo a "una distancia no mayor a un centímetro, prácticamente apoyando el arma en el parietal derecho".
"El disparo fue sobre la oreja. El arma fue apoyada sobre la sien", agregó Fein en declaraciones al canal de noticias TN, a la vez que ratificó que "el proyectil y la vaina se corresponden con el arma" calibre 22 que fue encontrada en el baño del departamento del piso 13 de la Torre Le Parc, ubicada en el barrio porteño de Puerto Madero.
Fein explicó que, de acuerdo a la autopsia, la hora de la muerte puede ubicarse "alrededor del mediodía del día domingo" 18 de enero, e insistió en que "no se infiere la participación de terceras personas".
"En el expediente previo a la autopsia, me informaron que no se infiere la participación de terceras personas por dos causas: en primer lugar, por el espasmo cadavérico que presentaba la mano; y por el otro, por la falta de lesiones traumáticas en el cuerpo de Nisman", explicó la fiscal a cargo de la investigación del fallecimiento del titular de la Unidad Especial AMIA.
Acerca de las pruebas a las que fue sometido el cuerpo del fiscal, Fein contó que está aguardando "el examen toxicológico e histopatológico, que son exámenes que pueden demorar".
En tanto, reconoció que podría ordenar nuevas medidas probatorias, en caso de que así surja de un análisis conjunto con la querella, es decir con la ex mujer de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
Otras dos cuestiones a resolver son, por un lado, el análisis de las comunicaciones del fiscal en sus últimos cinco días de vida, y el resultado de los exámenes que se le realizaron a la sangre encontrada en el espejo del baño.
Finalmente, la titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal N°45 manifestó que en los últimos procedimientos realizados en el edificio en el que vivía Nisman se secuestró material fílmico de las cámaras de seguridad, así como registros de ingresos y egresos.
Respecto de los videos, Fein contó que los investigadores están analizandoel contenido de las 160 cámaras instaladas en la Torre Le Parc.
El gobierno argentino sostuvo este sábado que detrás de la muerte del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, quien fue hallado hace seis días en su vivienda con un disparo en la cabeza, se encuentra un mensaje "típico de las mafias".
Además, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, culpó a servicios de inteligencia y a sectores de la prensa crítica con la gestión kirchnerista por promover en contra del gobierno "estrategias de desestabilización sistemática", al otorgarle al Estado algún tipo de responsabilidad en el fallecimiento del fiscal.
"Hemos enfrentado la adversidad de las estrategias de desestabilización sistemática, pero nunca habíamos enfrentado el tenor de este mensaje, que es el típico de aquellas mafias que veíamos en series de televisión, que están dispuestas a todo con tal de cumplir sus objetivos", afirmó Capitanich en un acto político realizado en Chaco, su provincia natal, situada a más de 1.000 kilómetros al noreste de Buenos Aires.
Capitanich dijo que los argentinos no merecen "ni grupos mediáticos concentrados ni servicios de inteligencia que representan oscuros intereses".
Los investigadores, por su parte, siguen intentando aclarar un caso cada vez más enmarañado. Ahora estudian las manchas de sangre halladas en el espejo del baño donde se halló muerto al fiscal, anormales para un caso de suicidio ya que la bala en la cabeza que mató al procurador no tenía orificio de salida, informaron este sábado medios locales.
Los peritos buscarán determinar la dirección, velocidad y la trayectoria del disparo y también si la víctima estaba quieta o se movía cuando se produjo, lo cual se puede establecer según las gotas de sangre halladas en la escena.
"El arma que se utilizó -una pistola Bersa calibre 22 largo- es de gran letalidad porque tiene fuerza de entrada pero no de salida. Además, tiene un trayecto errático", explicaron peritos expertos al diario Perfil.
Según las fuentes la salpicadura en el espejo "es improbable que suceda", salvo en el caso de que no muriese en el acto o que la bala tocase una arteria al entrar en la cabeza. "Pero esta pericia puede determinar si se trata de una escena plantada (fabricada) o no", agregaron las mismas.
Tras seis días de investigación, aún no se han aclarado las circunstancias de la muerte del fiscal encargado de la causa del atentado contra la mutual judía AMIA, cuyo cadáver fue encontrado en su domicilio de Buenos Aires horas antes de tener que comparecer en el Congreso para explicar una denuncia presentada contra Cristina Fernández por presunto encubrimiento a terroristas iraníes.
Aunque las primeras pruebas periciales descartaron la intervención de terceras personas, el suicidio no ha sido confirmado y las contradicciones y cabos sueltos aumentan la confusión respecto a la eficacia de la investigación.
Tras no haber encontrado restos de pólvora en la mano de Nisman, la fiscal del caso, Viviana Fein, se encuentra a la espera de la comparación del ADN y del examen balístico para determinar definitivamente si la bala que mató a Nisman salió del arma encontrada junto al cuerpo.
La pistola había sido facilitada por un colaborador, Diego Lagomarsino, quien visitó el domicilio del fiscal un día antes de la muerte y no fue registrado por los policías encargados de la custodia de Nisman.
A petición de la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, una custodia del cuerpo de Gendarmería nacional protege desde anoche a Lagomarsino, a quien ayer se le prohibió la salida del país.
También se cuestiona la distancia a la que se efectuó el disparo, ya que si bien inicialmente se había apuntado que se realizó apoyando el arma sobre la cabeza o a pocos centímetros, nuevas pericias podrían indicar que la bala salió a unos 15 centímetros del cráneo, según informaron fuentes judiciales al diario Clarín.
Además, se revisan las cámaras de seguridad del exclusivo edificio donde vivía Nisman y las llamadas telefónicas realizadas y recibidas en los días previos al deceso.
Por su parte, la exmujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, que ayer declaró durante más de ocho horas y pidió presentarse como acusación particular en nombre de sus dos hijas, menores de edad, se plantea pedir una segunda autopsia, según informaron allegados a medios locales.
Su testimonio es clave para aclarar los motivos por los que el fiscal interrumpió precipitadamente sus vacaciones en Europa el día 12 y regresó a Buenos Aires, donde dos días después presentó una denuncia contra Cristina Fernández, el canciller, Héctor Timerman, y otros dirigentes oficialistas.
En su demanda, Nisman acusa a la presidenta de orquestar un plan de encubrimiento a los supuestos terroristas iraníes responsables del atentado contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, a cambio de presuntamente intensificar las relaciones comerciales con Irán.
Durante su discurso, la Presidenta se refirió a Diego Angel Lagomarsino, el empleado de la fiscalía que le entregó el arma al fiscal Alberto Nisman y ayer quedó imputado por ese hecho. CFK dijo que “no solamente es opositor y tiene todo su derecho de serlo, sino que además es el hermano de un importante ejecutivo del estudio Sáenz Valiente, socio del Grupo Clarín. Todos recordarán aquellos cuadros que presentara Martín Sabbatella donde figuran las sociedades compartidas entre Clarín y los Sáenz Valiente, es el gerente de informática del Grupo Clarín”. Ayer, el Grupo Clarín señaló en un comunicado que el hermano de Lagomarsino “jamás trabajó ni tiene vinculación con el Grupo Clarín”.
“La pregunta que me hago es la siguiente –dijo CFK–: si en lugar de que el arma perteneciera al señor Lagomarsino, íntimo amigo del fiscal y miembro de la fiscalía que investiga AMIA, un opositor a este gobierno, y hermano de un importante ejecutivo de las empresas vinculadas con el Grupo Clarín, hubiera sido un fervoroso militante del Frente para la Victoria y además de eso hubiera tenido un hermano con un importantísimo cargo en el Poder Ejecutivo Nacional, ¿qué se estaría diciendo? Por eso realmente todos estos días de un verdadero aquelarre informativo, confusiones que conllevan a desconcertar a la gente y a hacerla indignarse frente a las cosas. Tienen un propósito muy definitorio diría yo, la desinformación, la confusión y fundamentalmente que haya un gran pesimismo frente a la labor que puede cumplir la Justicia.”
El delito tiene una pena de uno a seis años de prisión. Pero la fiscal señaló en un comunicado que “se están evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación”.
EL PAIS › FUERA DE SERVICIO > EL TECNICO INFORMATICO DIEGO LAGOMARSINO FUE ACUSADO POR HABERLE FACILITADO LA PISTOLA A ALBERTO NISMAN
Imputado por prestarle el arma al fiscal
El delito tiene una pena de uno a seis años de prisión. Pero la fiscal señaló en un comunicado que “se están evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación”.
Por Raúl Kollmann
El técnico informático Diego Lagomarsino fue imputado ayer por la fiscal Viviana Fein por el delito de facilitar un arma a una persona sin la credencial de legítimo usuario. Se trata de un delito que tiene una pena de uno a seis años de prisión. Sin embargo, Fein señaló en un comunicado emitido al mediodía que “se están evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación”. Esta frase parece orientarse a la instigación de un suicidio, pero, como es obvio, la fiscal esperará a definir si Alberto Nisman se suicidó o si fue asesinado. Por ahora, afirma que “no hubo terceras personas en la muerte del fiscal”, pero está esperando dos estudios clave de la autopsia y el análisis de celulares, computadoras y cámaras de seguridad.
Lagomarsino declaró menos de 24 horas después de que se encontrara a Nisman en el baño de su departamento. En esa oportunidad relató que el fiscal le pidió el arma prestada aduciendo preocupación por su seguridad. A esta altura está probado que esa pistola calibre 22 fue la que le produjo la muerte.
El primer paso de Fein es la imputación por ese préstamo ilícito, porque no se le puede dar un arma a una persona que no tiene la credencial. El artículo 189 bis del Código Penal dice que “será reprimido con prisión de un año a seis años el que entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario”. El delito encaja con lo que hizo Lagomarsino: le entregó la pistola a una persona que no tenía condición de legítimo usuario.
A partir de este punto hay un debate entre los juristas consultados por este diario. Algunos sostienen que el expediente debe enviarse a la jueza Fabiana Palmaghini porque ya se identificó un autor (Lagomarsino), pero otros afirman que en este caso no es una imputación por la muerte del fiscal, sino por algo colateral (el préstamo del arma), que debería constituir una denuncia y causa paralela. Más allá de esta polémica que conduce a quién manejará la causa, la fiscal o la jueza, lo cierto es que hasta ayer Fein no había tomado la decisión de mandarle la causa a la jueza y dejó abierta la posibilidad de ampliar la acusación.
Fein todavía no puede definir el fondo del caso. Por lo que ella misma dice, del expediente surge –hasta ahora– que Nisman efectuó el disparo, básicamente por la distancia de menos de un centímetro, porque no hay heridas de defensa y porque no se ven rastros de una pelea en el baño. Pero en la definición jugarán elementos científicos que aún están en marcha:
El análisis toxicológico. Es lo que determina si Nisman consumió o le hicieron consumir algo que lo haya dejado sin sentido. Es que en la hipótesis de la existencia de un asesino, un disparo a un centímetro, sin rasgos de lucha, sólo es posible si hubiera estado inconsciente.
El estudio histopatológico, que supone una mirada microscópica sobre una serie de órganos y sobre el mismo orificio que produjo el proyectil. Es lo que confirma la distancia y el ángulo de disparo.
El análisis de los celulares. Puede haber comunicaciones o mensajes de texto que indiquen que fue presionado o, por el contrario, que tomó una decisión trágica.
El análisis de computadoras. Por la misma razón, textos o comunicaciones que puedan aportar datos sobre el final del fiscal.
Las cámaras de seguridad. Supuestamente mostrarán si entró o no alguien sospechoso en el edificio y si se verifica el relato de los custodios.
Con todos esos elementos en la mano, la fiscal debería estar en condiciones de definir si hubo suicidio u homicidio. Por el momento, todo indica que Nisman se suicidó. En ese caso, la obligación de Fein es investigar si hubo instigación. Algo así como que Lagomarsino le llevó la pistola y le dijo: “Acá está, ya sabés lo que tenés que hacer”. Eso es lo que deja entrever como posibilidad la fiscal cuando habla de que estudiará pruebas y testimonios para decidir si amplía la imputación.
El grave problema de una acusación de esa naturaleza es que es muy difícil de probar, al punto que los memoriosos afirman que nunca en la historia judicial argentina hubo un condenado por instigación al suicidio. Es que requiere una amenaza por escrito, por mail, mensaje de texto, o una amenaza hecha delante de otras personas. Nada de eso es habitual y aun así el delito es de comprobación compleja.
Por ahora, Lagomarsino es un técnico informático que hacía trabajos para Nisman, no concurría a la fiscalía y cobraba una cifra desusadamente alta. O sea que su trabajo encierra un misterio, porque en las fiscalías no se les pagan 40 mil pesos a informáticos que hacen el trabajo que él dice que hizo. La fiscal Fein no sólo investiga qué hacía en realidad Lagomarsino, sino que está observando otros contratos existentes en la Unidad Especial AMIA. Es seguro que ahora entrará en su investigación el dato que dio a conocer anoche la Presidenta: que el informático sacó pasaporte el 14 de enero, o sea justito después de que se presentara la denuncia de Nisman.
Según le dijo a este diario una jueza amiga de la familia de Lagomarsino, Nisman le pidió el arma al informático porque el día anterior (viernes) lo había llamado el ex jefe de Operaciones de la SIDE, Jaime Stiuso, para advertirle que debía desconfiar de su custodia y que tenía que ponerles seguridad a sus hijas. En su declaración ante Fein, Lagomarsino no contó este episodio, es decir que decidió sacar de escena a Stiuso, no se sabe por qué.
El colaborador informático del fallecido fiscal fue imputado por un delito que prevé una pena de hasta seis años de cárcel. La fiscal informó que está a la espera de los estudios de ADN sobre "el material balístico"
Crédito:
Diego Lagomarsino, el colaborador informático de la Unidad Fiscal Especial AMIA, fue imputado por "haberle facilitado el arma" al fiscal Alberto Nisman. Sería la pistola Bersa calibre 22 que terminó con la vida del funcionario público el pasado domingo 18 de enero y que fue hallada junto a su cadáver.
Lagomarsino fue imputado bajo la figura que contempla el artículo 189 bis, apartado 4, del Código Penal. "Será reprimido con prisión de un año a seis años el que entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario", reza el citado artículo.
La fiscal Viviana Fein sospecha que el colaborador de Nisman podría estar vinculado al hecho de una manera mucho más estrecha. Así lo informó a través de un comunicado de prensa en el que adelantó que está evaluando "las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación".
Por otro lado, la fiscal que investiga la muerte de Nisman indicó que comenzó el trabajo de "análisis de todos los registros de video de las cámaras de seguridad del complejo Le Parc de Puerto Madero". Luego de haber notado "falencias" en los registros de ingreso y egreso del edificio donde vivía y fue hallado muerto Nisman, Fein ordenó "un análisis profundo de las imágenes".
En las imágenes quedó registrado que Lagomarsino ingresó dos veces a la torre Le Parc donde vivía Nisman pero sólo está grabada una salida.
Al mismo tiempo, la División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal asiste a Fein en el "análisis de todo el material incautado", que incluye "celulares y líneas incorporadas a la investigación".
En tanto, Fein aseguró estar a la espera de los resultados de los estudios de ADN ordenados sobre "el material balístico levantado en el departamento" la noche del deceso de Nisman. Todas las pruebas recogidas se "resguardaron en un sitio de máxima seguridad" para mantener su "asepsia".
Diego Lagomarsino, el apuntado por Cristina Kirchner: las sospechas de la muerte de Alberto Nisman y su relación con Clarín
26/01/2015 21:15 hs
El hombre que le entregó el arma al fiscal fue el más criticado por la Presidente en su cadena nacional. La teoría de Cristina Kirchner.
Cristina Fernández de Kirchner apuntó en su cadena nacional contraDiego Lagomarsino, el hombre que le entregó en su domicilio al fiscal Alberto Nisman el arma que produjo su muerte.
"Luego de la muerte del fiscal, se supo que la pistola que produjo la muerte fue entregada por un empleado de su confianza", comenzó la presidente en su discurso.
"La persona que entregó el arma es un fuerte opositor al gobierno, como cualquiera está en su derecho", reconoció. "Es el último que lo vio con vida", afirmó.
"Diego Ángel Lagomarsino es el hermano de un importante ejecutivo del estudio Sáenz Valiente, del Grupo Clarín. Es el jefe de informática del Grupo Clarín", detalló.
"¿Por qué estos datos no salieron a la luz? Ningún periodista de investigación lo buscó en internet", señaló la presidente con ironía. Y a continuación, disparó: "Si Lagomarsino hubiera sido un fervoroso militante del FPV y tuviera un hermano con un cargo del Poder Ejecutivo, ¿qué dirían?".
Para cerrar el tema, Cristina Kirchner dio a conocer un dato: "El 14 de enero, el día que Nisman presentó su denuncia, Diego Lagomarsino inició la renovación del pasaporte. De inmediato se dispuso frenar su salida del país, y por supuesto, no se le entregó el nuevo pasaporte".