Existen varias claves en los hábitos cotidianos para mantener tu salud y bienestar, una de ellas es el descanso. Siendo algo tan necesario para recuperar energías, muchas veces no le damos la importancia debida hasta que aparecen trastornos en la salud… aunque parezca algo simple, el verdadero descanso no solo implica dormir bien, existen otras cuestiones que lo complementan; basta con responder las siguientes preguntas para tenerlo más claro:
- - ¿Cuántas horas dormiste anoche?
- - ¿Cuántas horas duermes usualmente?
- - ¿Acostumbras tomar siesta?
- - ¿Algún día de la semana lo destinas para tu descanso?
- - ¿Cuándo fueron tus últimas vacaciones y que tan seguido las tomas?
El descanso abarca cuatro aspectos: sueño, descanso diario, descanso semanal y vacaciones,; cada uno juega un papel muy importante en la salud, bienestar y calidad de vida.
1. Sueño.- El adulto promedio requiere de 7 a 8 horas de sueño por noche. Un sueño deficiente puede dar lugar a problemas como depresión, aumento de peso, un sistema inmunológico débil, envejecimiento de la piel, menos actividad sexual, mayores dificultades en las relaciones personales, detrimento en los procesos cognitivos y serios problemas de salud (cardiopatías, presión alta, diabetes, embolias, etc). El sueño profundo hace que el organismo se restaure físicamente y que recargue energía… si eres de las que continuamente te quedas dormida a cualquier hora, sufres cambios repentinos de humor, tristeza, enojo, negatividad, ansiedad y estrés en aumento, deberás evaluar si duermes lo suficiente; de no ser así, deberás tomar cartas en el asunto. Por ejemplo, puedes intentar alguna actividad física de manera regular; poner en orden tus horarios de alimentación (sobre todo cenar temprano); evitar consumir en exceso estimulantes como la cafeína o el alcohol, practicar algunas técnicas de relajación, etc.
2. Descanso diario.- Lo idea sería que tuvieras destinados 10 a 15 minutos diarios para una tomar siesta; sin embargo, la mayor parte de las veces puede ser que el tiempo lo tengas ajustado y por lo mismo no puedas darte el lujo de hacerlo… pero lo que si podrías intentar, es que en tu casa, escuela o trabajo, te regales unos minutos (en un espacio tranquilo) para descansar tu cuerpo, mente y espíritu; puedes solo respirar profundamente mientras pones tu mente en blanco; también podrías orar un poco, imaginar las cosas que más te dan tranquilidad, etc.
3. Descanso semanal.- El dedicar un día a la semana para descansar, proporciona muchos beneficios al organismo y la salud… no obstante, los fines de semana que deberíamos destinar para “descansar”, generalmente los aprovechamos para realizar diferentes actividades, las cuales lejos de ayudarnos a obtener una buena recuperación, nos dejan más agotados. Esto no quiere decir que en estos días no debas hacer otras cosas; pero estaría mejor si te organizas bien para que tengas un verdadero día de descanso.
4. Vacaciones.- No necesitas esperar a que te sientas agotada, fastidiada e irritada para tomar tus cosas e irte de vacaciones; la gente que planea sus recesos, obtiene beneficios en su salud general como los siguientes: eliminación del estrés, recarga de energía y disminución importante de enfermedades físicas y mentales… los especialistas recomiendan tomarlas en dos etapas para no concentrarlas en el mismo periodo; una larga (2 semanas al menos) y otra etapa corta (1 semana). El no tomar vacaciones puede ser muy dañino para la salud física y mental; los efectos nocivos pueden abarcar estrés, falta de interés, fatiga, aburrimiento, automatismo y algunas enfermedades mentales y físicas.
Ahora que lo tienes más claro, dedícate a trabajar en forma cuando tengas que hacerlo; es decir, de manera ordenada y productiva, pero siempre poniendo en práctica los puntos mencionados antes, para poder rendir más y mejor.
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