Contraer matrimonio suele ser uno de los actos más importantes en casi todas las culturas; sin embargo, más allá del típico vestido blanco y la fiesta que suele realizarse a modo de celebración en nuestra cultura occidental, en muchas otras los ritos para conmemorar este acto suelen ser bastante curiosos.
TRADICIÓN Y RITOS
1. WODAABE
Es un pequeño grupo étnico con presencia principalmente en Nigeria, Camerún y otras regiones de África Central. Las tradiciones nupciales de esta etnia son bastante particulares, puesto que dos hombres, generalmente unidos por parentesco, denominados waldeebe (primos) pueden cortejar a la misma chica.
La historia no queda sólo en el cortejo, ya que si ella finalmente contrae matrimonio con uno de ellos, el otro hombre también será bienvenido en el hogar de los recién casados e inclusive podrá compartir la cama con la novia, siempre y cuando cuente con el consentimiento de la misma.
2. LEBLOUH
Leblouh significa también alimentación forzada y es costumbre en varios países de África enviar a las niñas desde los 5 años a sitios especiales, parecidos a las granjas, para hacerlas engordar. Así aumentarán las posibilidades de atraer y conquistar a más pretendientes y por ende poder conseguir esposo.
Esta costumbre suele ser más común en Mali, Mauritana y Nigeria, allí los estándares de belleza suelen ser mujeres más rellenas que en la cultura occidental.
3. BERÉBER
En Marruecos niñas vírgenes de 12 años aproximadamente, viudas y divorciadas suelen acudir a la feria anual de novias en Imilchil.
Si alguna niña llegara a captar la atención de algún pretendiente, el joven podría comenzar el cortejo hasta que la joven cumpla por lo menos 16 años y tenga la edad apropiada para casarse, todo esto por supuesto puede llevarse a cabo siempre y cuando se cuente con la aprobación de los padres de la niña.
4. TIDONG
La tribu Tidong de Malasia tiene una costumbre muy particular. Una vez que los novios han contraído matrimonio tienen prohibido ir al baño por tres días seguidos, la creencia indica que si llegan a romper esta tradición la mala suerte afectará a los recién casados.
Para hacer más fácil el poder poner en práctica este ritual, se les da muy poca comida y bebidas a los novios, además los familiares de los mismos se turnan para vigilarlos y asegurarse que cumplan con la tradición.
5. MASAI
Los Masai son un pueblo con presencia principalmente en Kenia y Tanzania. Los ritos nupciales de esta etnia tienden a llenar de tristeza a la novia, puesto que son forzadas a contraer matrimonio con hombres considerablemente mayores.
Otro terrible aspecto de esta tradición es que cuando la novia se está acercando a la vivienda de su futuro esposo, los familiares del mismo le gritan improperios de toda clase e inclusive le lanzan excremento de vaca, esto lo hacen porque supuestamente la forma en que la novia reaccione ante tal humillación determinará cómo enfrentará los problemas y obstáculos en su matrimonio.
6. SANTHAL
Santhal es una tribu de la India, allí se tiene la creencia que si a una niña le sale su primer diente en la parte superior de sus encías es porque los espíritus la odian.
Para evitar que en un futuro la niña pueda ser atacada por esos espíritus, los adultos de la tribu realizan una ceremonia meramente simbólica en la cual la niña contrae matrimonio con un perro. Hubo un caso documentado por la BBC en el cual una niña llamada Karnamoni Handsa contrajo matrimonio con un perro, a la ceremonia asistieron unos 100 invitados, quienes bebieron y bailaron celebrando dicha unión.
7. KIRGUISTÁN
En este montañoso país asiático hay una tradición que, aunque es considerada ilegal, sigue poniéndose en práctica. Se trata de secuestrar mujeres para posteriormente casarse con las desafortunadas.
En este país, si a un hombre le gusta una chica que vio pasar por la calle, simplemente debe secuestrarla. Tras llevarla a su casa, allí la familia del secuestrador ejerce presión en la víctima hasta que la misma acepte contraer matrimonio con el hombre que se fijó en ella. La mayoría de las mujeres terminan cediendo ante las presiones de la familia y las que no lo hacen regresan a sus hogares, pero se les consideras deshonradas para el resto de su vida.
Si bien estos ritos son el resultado de muchos años de costumbres y tradición, se hace necesario en algunos casos reconsiderarlos y cambiarlos, ya que estas prácticas más que tratarse de cultura son casos de violencia contra otro ser humano.