- Utiliza menos tu auto. Cuando tengas que ir a lugares cercanos, intenta ir caminando. La bicicleta es una opción para transportarse sin emitir gases dañinos a la atmósfera.
- Reduce tu consumo te papel; reutiliza hojas de papel, si tienes una hoja escrita por un sólo lado, utiliza el lado en blanco antes que utilizar una nueva. Amplía los márgenes antes de imprimir para sacarle el mayor provecho a las hojas de papel.
- Sustituye los focos en tu hogar por focos de bajo consumo energético. Busca sólo encender las luces que sean necesarias. En la oficina es una buena idea realizar juntas al aire libre aprovechando la luz solar en lugar de alguna sala de juntas que requiera la luz encendida incluso durante el día.
- Separa tu basura de acuerdo al material que la componga y busca llevarla a algún centro de reciclado. La basura orgánica puede volver composta y sirve ervirá como un excelente fertilizante para tu jardín.
- Desconecta de la corriente eléctrica los aparatos que no estés utilizando.
- Evita utilizar utensilios desechables, como cubiertos, platos o vasos. El unicel es un material particularmente nocivo para el medio ambiente. Carga mejor con tus propios cubiertos y recipientes que después puedan ser lavables.
- Adquiere bolsas reutilizables para cuando vayas al supermercado.
- Usa medidores de agua y demás aparatos que existen para moderar el consumo del líquido.
- Reduce el tiempo de duración de tu baño y cuida que el escusado, lavamanos, etc. no estén desperdiciando agua; arregla todas las fugas o goteras en tu vivienda.
- Coloca tu refrigerador en una zona fresca de la casa para reducir la energía requerida por éste para enfriar los productos.