Todos tenemos bastante claro que comer una hamburguesa de una cadena de comida rápida no es el alimento más ideal. Su alto contenido en sal, grasas saturadas, azúcares e hidratos simples hace que sea una auténtica bomba calórica.
Pero no solo puede hacer que nuestros michelines aumenten. Al comerla se desencadena en nuestro cuerpo una curiosa reacción en varias zonas vitales. Los nutricionistas Keri Gansautor del libro ‘The Small Change Diet’ y Bonnie Taub-Dix, autora de ‘Read It Before You Eat It’ han sido entrevistados por Yahoo Health para describir qué es lo que ocurre exactamente en nuestras entrañas cuando ingerimos una de estas ‘peligrosas’ delicias.
Cerebro
“Las hamburguesas son el mejor ejemplo de ‘comfort food’” -comida que relaja cuando es ingerida y que muchas veces nos recuerda a nuestra niñez- explican los expertos. “Es así porque la carne suele contener triptófano, una aminoácido básico que está relacionado con la producción de serotonina, la sustancia clave del buen humor y la relajación, y produce una especie de subidón emocional”.
Corazón
La presencia de grasas saturadas en este alimento hace que nuestras arterias se pueda acumular peligrosos sedimentos que con el paso de los años pueden causar accidentes cardiovasculares y también cáncer. “Además, son ricas en sal y pueden hacer que no solo nos sintamos hinchados, sino que también nuestro corazón tenga que trabajar más y así se aumente la presión arterial”. Ese aumento de presión está relacionado con multitud de problemas vasculares.
Torrente sanguíneo
"El daño a las arterias se puede producir con tan solo tomar una comida basura, según demostró un estudio publicado en 2012 en la Canadian Journal of Cardiology". Pero las hamburguesas no solo hacen daño con el colesterol. "También pueden causar beneficios en la sangre, ya que su ingesta aumenta la cantidad de hierro, zinc y vitamina B12". Todas ellas sustancias beneficiosas que equilibran nuestro organismo y fortalecen nuestro sistema inmune. Aunque este aspecto positivo también se puede conseguir comiendo pescado o carne, sin necesidad de tomar salsas o pan blanco.
Azúcar en sangre
“La riqueza en hidratos de carbono simples en este alimento hace que el nivel de azúcar en sangre tenga un pico, situación peligrosa que está relacionada con la diabetes tipo II”. Después de la subida llega el consiguiente bajón, que además genera una sensación subjetiva de hambre.
Músculos
“La carne de las hamburguesas es una buena fuente de proteínas, que son el alimento de los músculos y los fortalecen”.
Peso corporal
“Las hamburguesas son ricas en calorías, lo que hace que quien las ingiera aumente de peso. Y esa ganancia está relacionada con problemas de salud como la diabetes tipo II”.