Siempre es alentador recordarnos las cosas importantes de la vida.Y los árboles lo son.
Gracias Lucho.
Uno de mis pensamientos locos, es que cuando nacemos, se nos debería de regalar un arbol , con la obligación de que nuestros padres nos ayudasen a criarlo, y luego nosotros seguir con la tarea de mantenerlo hasta el final de nuestra vida.
É inclusive que fuese nuestra tumba.
¿Os imaginais el bosque en el que viviriamos?
Chispa.