¿Quién no ha padecido alguna vez en su vida un desagradable dolor de oído? Este suele ser un malestar muy común, aunque es fácilmente tratable; en raras ocasiones deriva en alguna complicación mayor. Normalmente, estos dolores son causados por la acumulación de líquido o mucosidad en el oído medio, en una cavidad con un drenaje delgado llamado trompa de Eustaquio. Sin embargo, también podría ser causado por otros factores, entre los cuales podríamos mencionar:
- Restos de champú o jabón que entraron al oído durante el baño.
- Irritación de los nervios del oído.
- Infección en el oído externo o interno.
- Acumulación de cera en el conducto auditivo.
- Infección sinusal.
- Agua que se acumula en la cavidad auditiva mientras nos bañamos, nadamos en la alberca o en el mar.
- Golpe de frío o aire.
- Cambios bruscos en la presión atmosférica.
- Otitis.
En la actualidad existen algunos remedios naturales para tratar el dolor de oído a los que puedes recurrir:
Compresas: en el oído que presenta el dolor, aplica de forma externa compresas calientes de agua con sal. Repite tres veces al día.
Aceite de ajo: para prepararlo, corta finamente dos o tres dientes de ajo y déjalos macerar por dos días en 100 mililitros de aceite de oliva (esta preparación debe ser guardada en el refrigerador y servirá por dos semanas). Pon un poco de este aceite en un recipiente para templar; cuando esté tibio, aplica de dos a tres gotas en el oído que tiene la molestia. Este remedio ayuda a combatir las infecciones, debido a las propiedades antibacterianas que el ajo posee.
Aceite de ajonjolí: contiene ácidos esenciales que tienen la capacidad de actuar como un antiinflamatorio natural, por lo que ayudan a reducir el dolor de oído. En un recipiente, calienta un poco de este aceite; debe ser una temperatura agradable, que no queme; con un gotero aplica dos gotitas en el oído que presenta la molestia.
Agua oxigenada: es un remedio muy útil para aliviar el dolor de oído y eliminar el exceso de cera; para esto, debes aplicar de tres a cinco gotitas en el oído afectado.
Cebolla: es un remedio muy antiguo pero muy eficaz; parte una cebolla a la mitad, sácale el centro dejándola hueca, métela al horno a calentar y aplícala en el oído afectado.
Aceite de lavanda: debes impregnar muy bien un algodón con el aceite esencial de lavanda y colocarlo como un tapón en la oreja afectada; déjalo actuar por toda la noche. Si cuentas con una bolsa de agua caliente que puedas poner sobre el tapón, el remedio resultará más efectivo.
Aceite esencial de enebro: al contar con propiedades analgésicas, puede ayudar a aliviar el dolor. Debes aplicar de una a tres gotas en el oído afectado, tapar con un algodón y repetir la aplicación cada seis horas.
Limón: extrae el jugo de un limón; con éste, empapa un algodón y colócalo en el oído afectado; deja actuar por toda la noche; al día siguiente la cera saldrá con mayor facilidad, y si esa era la causa del dolor, este habrá desaparecido.
Estos remedios naturales son muy eficaces y te pueden ayudar a combatir el dolor de oído; sin embargo, si el dolor persiste, lo correcto sería consultar a un especialista para que determine cuál es el problema que realmente está causando tu dolor de oído.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
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