No hay tiempo para nada, mucho menos para limpiar cada rinconcito del hogar. Pero, si conoces los trucos para hacerlo de forma rápida, tendrás más horas libres para disfrutar de tus hobbies y seres queridos. Así que ¡anímate y sigue leyendo!

Persiana libre de polvo
Ya hemos estado allí: sus frágiles hojas que se doblan por nada y tus dedos intentando escabullirse entre ellas con un trapo, sin conseguir quitar del todo el polvo. ¿La solución? Desde el programa televisivo Today, sugieren tomar un calcetín viejo y limpio, y colocártelo como si fuese un guante. Sumérgelo en una solución que sea mitad agua y mitad vinagre blanco, ¡y ataca tu persiana!
Grifos brillantes
Luego de lavar los platos, sientes la satisfacción de haber eliminado esa pila que te atormentaba, ¿no? Sin embargo, miras el grifo y notas que las gotas lo salpicaron, haciéndolo parecer sucio y opaco. Para solucionarlo, la próxima vez que lo limpies, pásale papel de cera al final. Este impedirá que aparezcan tus huellas digitales ¡y esas molestas gotas!
Licuadoras que se limpian solas
Si no lavas el vaso de tu licuadora inmediatamente después de prepararte un batido, sabes que probablemente te encuentres más tarde con residuos firmemente adheridos… pero no te dan ganas de ponerte a limpiar enseguida, sino de disfrutar de tu smoothie. Dile adiós a este dilema. Llena tu licuadora con agua tibia hasta la mitad. Agrega un par de gotas de detergente de vajilla, pon el vaso en su base y enciéndela. Después de un minuto, enjuaga con agua. ¡Listo!
Pelos de mascotas
Parecen anidar en todas tus superficies, y adherirse a tu ropa como si quisieran irse de viaje contigo. Tranquila: ponte un guante de cocina de goma mojado y pasa tu mano por las superficies, tal como aconseja la revista Real Simple. Verás cómo capturas fácilmente los pelos sueltos.
Limpia el microondas ¡con un limón!
Pocos iluminados saben limpiar el microondas de manera correcta. El espacio reducido no nos permite movernos mucho, sobre todo cuando debemos quitar manchas difíciles. Sin embargo, los días de sudor y lágrimas han terminado: exprime un limón partido al medio en un bol apto para microondas, y arroja las mitades adentro. Ponlo a funcionar por tres minutos, para que el líquido hierva. Déjalo reposar cinco minutos y luego, con un paño húmedo, repasa primero el techo, luego las paredes y finalmente el piso del artefacto, recomienda el sitio The Kitchn, que también comparte el siguiente consejo.
Quita el queso del rallador, con otro limón
Si ya has abandonado la idea de comer pastas, porque no toleras el esfuerzo que te demanda quitar el queso atrapado en el rallador, te alegrará saber que con el jugo de un limón recién exprimido y algo de sal gruesa, puedes restregar el queso con una esponja y lograr así terminar con el problema.
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