Todos nos hemos hecho la misma pregunta la primera vez que hemos montado en avión y nos ha tocado un asiento de ventanilla. ¿Qué es ese pequeño agujero que se puede ver en la ventana? ¿Puede hacerse más grande y reventarla? ¿Alguien podría meter un boli por ese lugar y destrozar la ventana para hacer que el avión caiga?
Bueno, esa última pregunta quizás solo se la hagan los más neuróticos. Para el resto, un estupendo artículo publicado en la página web iO9 responde a las dos primeras preguntas. Han entrevistando al director técnico de GKN Aerospace, la empresa número 1 del mundo en construcción de ventanas para aviones.
Las ventanillas de los aviones están formadas por tres capas distintas: la exterior, la media (que es la que tiene el pequeño y misterioso hueco) y la interior. La última es la que está en contacto con los pasajeros. Las dos primeras forman parte del fuselaje del avión y son denominadas ‘estructurales’: su rotura en vuelo implicaría una decompresión explosiva. Sin embargo, la ventana interior es prácticamente decorativa. Su función es la de que los pasajeros no arañen los paneles exteriores.
Cuando un avión se encuentra volando a 35.000 pies (más de 10,6 kilómetros), la presión atmosférica que existe a esa altura hace imposible que los seres humanos puedan respirar con normalidad y mantener la consciencia. Por eso, los aviones cuentan con un sistema de presurización que permite que podamos viajar respirando el mismo aire que podríamos encontrar a 7.000 pies de altura (más de 2 kilómetros).
Esa diferencia de presión entre el exterior de la aeronave y el interior genera un estrés en la estructura de la nave. Los aviones cuentan con válvulas que liberan presión o añaden en caso de que la diferencia sea excesiva, y evitan así una explosión que podría ser fatal. Pero además de ese sistema, las ventanas cuentan con el pequeño agujero que libera y equilibra la presión entre el panel medio y el exterior, entre el aire que respiramos en cabina y su presión y la que se encuentra en la parte del avión que se encuentra en contacto con el exterior.
El agujero también ayuda a que no se empañe el cristal y a que no se acumule hielo en él, ya que la calor de la cabina que pasa por él y evita la formación de escarcha.
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,