PELIGROSOS JUEGOS CON LA OUIJA
1. MADRE POSESIVA
En el año 2006 un caso relacionado con lo paranormal impresionó a la sociedad venezolana. Los periódicos locales retrataron el caso de Andrea, una joven que había perdido a su madre a la temprana edad de 15 años.
Tres años después de ese hecho, Andrea se juntó con varias de sus amigas para divertirse un rato jugando a la Ouija. La primera pregunta que realizaron fue:
“¿El espíritu presente es bueno o malo?”
Acto seguido algunos objetos comenzaron a temblar y las letras que deletreaba el tablero formaban el nombre de Andrea. A cualquier pregunta que realizaran la respuesta era: Andrea, además de ello, también reveló algunas fechas importantes para la joven. Después Andrea comenzó a actuar muy extraño, sus amigas lo describen como si estuviera poseída e inclusive llegaron a llamar a la policía. Días después Andrea revelaría que se debió tratar del espíritu de su madre, ya que ésta solía ser muy posesiva y no le gustaba que su hija se relacionara con otras personas.
2. LA SUERTE TIENE DOS CARAS
Myles W. y sus amigos jugaron a la Ouija cuando tenían 19 años. Los jóvenes crearon su propio tablero con una hoja de papel. Al poco tiempo de comenzar a jugar lograron hacer contacto con un ente que nunca les llegó a revelar su nombre.
Divirtiéndose, los jóvenes le preguntaron al espíritu cuál sería el próximo número ganador de la lotería. El ente les indicó a través del tablero la respuesta, pero también agregó:
“La suerte tiene dos caras.”
Sin prestarle mucha atención, los jóvenes finalizaron el juego y rápidamente se dirigieron a un establecimiento para comprar el ticket de la lotería de acuerdo al número que había revelado el tablero. Sorprendentemente, ganaron la lotería y todo transcurrió con normalidad hasta dos años después, cuando al parecer los golpeó la mala suerte. Uno de los jóvenes murió en un accidente de tránsito, el otro casi pierde la vida y el tercero perdió todo su dinero.
3. POSESIÓN FATAL
Julio César Miranda era un joven tranquilo, buen hijo y destacado estudiante. Un día Julio y una amiga decidieron experimentar con el tablero Ouija. Al parecer algo salió muy mal en la sesión, ya que a partir de ese momento los jóvenes, especialmente Julio, comenzaron a actuar de forma muy extraña, como si hubieran perdido la razón.
La madre del joven afirmó que su hijo estaba poseído y que, de hecho, él mismo afirmaba que Belcebú era su padre y le debía obediencia. Julio salía desnudo a la calle y defecaba frente a las personas.
Un día Julio le dijo a su madre que Belcebú le había ordenado que la matara, acto seguido, tomó un cuchillo y se lo clavó él mismo en el estómago, falleciendo poco tiempo después.
¿Crees en lo paranormal? ¿Qué te han parecido estas tres escalofriantes historias de posesiones?