1. Una botella que cuesta 50 dólares es igual de buena que una de 150.
No importa que tan delicioso sea, ningún vino vale más de 100 dólares.
Que una botella cueste más de ese monto significa dos cosas:
que ha sido producido a partir de uvas muy maduras,
por lo cual contiene más azúcar, lo cual se traduce en mayor graduación alcohólica,
y que el precio está inflado de acuerdo al ego del dueño de la bodega.
2. La mayoría de los productores de vino le dejan todo el trabajo a los empleados inmigrantes.
En Estados Unidos, los enólogos simplemente se ocupan de hacer cálculos para planificar
las tareas de producción del vino. Mientras que el verdadero trabajo en los tanques
y barriles de las bodegas lo suelen hacer inmigrantes latinoamericanos.
Por lo general, se les paga muy poco dinero y el crédito se lo llevan los enólogos.
3. Hay poca producción de Chardonnay porque es muy costosa.
Tal vez te has preguntado por qué hay bebedores y productores de vino
que insisten en que el Chardonnay no es un vino apto para el paladar.
¿La razón? Es muy caro de hacer: se necesitan varias toneladas de uvas
de primera calidad que cuestan grandes sumas de dinero
y algunos enólogos no están dispuestos a pagar.
4. Tu vino favorito con tintes de roble tostado no fue envejecido en barricas de roble.
No hay nada malo en sustituir la vainilla original por extracto,
al hacer galletas o helado. Pero en lo que refiere al vino,
no esperarías que el enólogo agregue extracto de roble a tu botella favorita
con el fin de dar la impresión de que fue envejecido en barricas.
Este engaño ocurre todo el tiempo para abaratar los costos de producción.
5. Los críticos de vino no son necesariamente más calificados que los blogueros.
Si bien los primeros pueden estar más formados a nivel académico,
ambos pueden dar buenas críticas sobre un vino.
Lo que diferencia a los blogueros aficionados de los críticos
es que, estos escriben sobre experiencias de vida a la hora de beber.
En cambio, los críticos se centran en la composición del vino
(siempre con un tono más formal y académico)
y no en las sensaciones que les produce beberlo.