En este blog no nos cansamos de hablar de Titán, la fascinante luna de Saturno que, en muchos aspectos, es el cuerpo más parecido a nuestro propio planeta de todo el sistema solar. Como nuestro mundo, Titán posee un suelo rocoso, una atmósfera densa, ríos, lluvias y mares. Y por tamaño tampoco queda la cosa, ya que de hecho es más grande que el planeta Mercurio. Ahora, un nuevo trabajo realizado por científicos del University College de Londres (UCL), afirma que la atmósfera de Titán podría compartir más similitudes con la de la Tierra de lo que previamente habíamos pensado.
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Como siempre que hablamos de Titán, todos los datos sobre los que se ha construido este nuevo trabajo han sido recopilados por la sonda Cassini de la NASA. Esta nave lleva siete años ya navegando los contornos del gigante anillado y sus lunas, entre las que destaca por su importancia astrobiológica Titán. Durante esos siete años, Cassini ha efectuado varios sobrevuelos cercanos, gracias a los cuales hemos podido aprender mucho acerca de las interacciones de la atmósfera de Titán y el campo magnético solar. Gracias a esos valiosos datos, los expertos de la UCL han descubierto que, al igual que en la Tierra, esta interacción crea un viento de hidrocarburos y nitrilos (moléculas en las que el nitrógeno y el carbono se enlazan entre si fuertemente) que es expulsado al espacio a través de las regiones polares de Titán.
Tal y como afirma Andrew Coates, líder del equipo científico responsable de este hallazgo: "la atmósfera de Titán se compone principalmente de nitrógeno y metano, y su presión en superficie es un 50% más elevada que la de la Tierra. Los datos del Espectrómetro de Plasma de Cassini (CAPS) demostraron hace unos pocos años que la parte más alta de la atmósfera de Titán pierde del orden de siete toneladas de hidrocarburos y nitrilos cada día, aunque no explicaba por qué sucedía esto. Ahora, nuestro estudio aporta evidencias sobre el fenómeno que provoca esta pérdida".
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El trabajo liderado por Coates explica que esta pérdida atmosférica viene provocada por un viento polar que se genera por la interacción entre la luz solar, el campo magnético del sol y las moléculas presentes en la parte superior de la atmósfera. Y es que, a pesar de que Titán está 10 veces más lejos de nuestra estrella que la Tierra, también recibe un baño de luz solar, al menos en las capas más externas de su brumosa atmósfera.
Al contrario que la Tierra, Titán no posee magnetosfera, pero esta carencia se ve compensada por la vecina presencia del campo magnético de Saturno, que rota rápidamente formando una especie de cola de cometa alrededor de esta luna. Los científicos descubrieron que cuando la luz solar golpea los hidrocarburos y nitrilos presentes en la ionosfera de Titán, se produce un flujo de electrones cargados negativamente (llamados fotoelectrones). Estos fotoelectrones, generan a su vez un campo eléctrico lo bastante fuerte como para tirar hacia afuera de las partículas cargadas positivamente de hidrocarburos y nitrilos, lo cual sucede en las regiones iluminadas por el sol. Allí es donde se crea de forma generalizada el "viento polar" que los científicos han observado.
Así que como vemos, al igual que en la Tierra, la atmósfera de Titán dista mucho de ser algo estático. Esperemos que Cassini siga aportando datos así de interesantes muchos años más.
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El trabajo, liderado por Andrew J. Coates, se publicó el pasado 18 de junio de 2015 en la revistaGeophysical Research Letters.