Un fotógrafo adoptó a una perrita de un refugio y se la llevó de paseo por Estados Unidos:



Sacar a Maddie del refugio para animales le costó 40 dólares al fotógrafo Theron Humphrey. No podría decirse que él se decidió por ella desde el principio; cuando la llevaba de regreso a la perrera, la perrita se acurrucó en sus piernas y él pensó: "Dios mío, no puedo dejarla en esta jaula", y desde ese momento se convirtieron en los mejores amigos y han estampado las huellas de sus pies y patas (respectivamente) en todos los estados de Estados Unidos.
Maddie tiene una capacidad especial: puede mantenerse en casi cualquier pose de manera tranquila, puede por ejemplo agarrar la bocina de un teléfono público con tranquilidad, medirse máscaras y ropa, subirse a los cercados y posar como si hubiera nacido para eso.