Feliz día para todas ....
Strambotic

Si en pleno 2016 aún es necesario celebrar el Día de la Mujer Trabajadora es, entre otras muchas cosas, por la cantidad de tonterías que el hombre ha dicho del sexo contrario a lo largo de la historia. Sorprendentemente, algunas de estas absurdas afirmaciones podrían ser apoyadas hoy en día por algún orangután de manual. Sus autores se dedicaron, en algún momento de sus vidas, a menospreciar a las mujeres:

¿Qué han dicho? “Querida, eres fea, pero yo mañana estaré sobrio y tú seguirás siendo fea”.
¿Quién lo dijo? Winston Churchill.
¿En serio? Claro, Churchill, claro. Tu relación con el alcohol no era preocupante, pero el aspecto físico de una mujer sí. Esta barbaridad salió de la boca del primer ministro británico cuando la laborista Bessie Bradock le acusó de plantarse ebrio en el Parlamento. Su reacción fue tan poco elegante como machista.

¿Qué han dicho? “Hasta aquí hemos sido muy corteses con las mujeres. Pero, ¡ay!, llegará el día en que para tratar con una mujer habrá primero que pegarle en la boca”.
¿Quién lo dijo? Nietzsche.
¿En serio? La misoginia del filósofo es de récord y hay suficientes frases como para dejarlo claro. Sin ir más lejos, en esta vaticina que los hombres deberán dejar de ser amables para ser maltratadores. Estupendo.

¿Qué han dicho? “Cuando una mujer tenga flujo, si el flujo en su cuerpo es sangre, ella permanecerá en su impureza menstrual por siete días; y cualquiera que la toque quedará inmundo hasta el atardecer”.
¿Quién lo dijo? El iluminado que escribió el Levítico.
¿En serio? ¿Qué cabe esperar de un libro del Antiguo Testamento que forma parte de la Torá judía? La tradición judeocristiana y su desprecio por la mujer se resumen a la perfección en esta frase en la que se afirma, sin pudor alguno, que las mujeres son impuras mientras tienen la menstruación y que, en ese periodo de tiempo, deben permanecer apartadas del resto del mundo.

¿Qué han dicho? La sangre de la menstruación es una sustancia tóxica.
¿Quién lo dijo? Plinio el Viejo.
¿En serio? Otro obsesionado con la menstruación. El escritor romano recogió en sus textos supuestamente científicos la creencia popular de que la sangre menstrual es capaz de “agriar el mosto, secar plantas, árboles y frutos, enturbiar los espejos o embotar el filo del acero”. Un iluminado, el buen hombre.

¿Qué han dicho? “La naturaleza destinada a las mujeres es la de ser nuestras esclavas”.
¿Quién lo dijo? Napoleón.
¿En serio? Nadie pone en duda sus habilidades como estratega militar, pero Napoleón no era el hombre que más respetaba a las mujeres, precisamente. Eso de proponer la esclavitud de las mujeres es el mayor patinazo intelectual de este pequeño emperador.

¿Qué han dicho? “Una mujer es deficiente. Si se produce una hembra, esto se debe a que el semen es débil o porque el material del progenitor femenino no es adecuado”.
¿Quién lo dijo? Santo Tomás de Aquino.
¿En serio? Otro que tal baila. No solo deja entrever que la mujer es inferior al hombre, sino que directamente indica que es deficiente y que el nacimiento de una niña es, básicamente, un error genético derivado a la debilidad del padre o porque la madre no sirve para parir hijos. Y que este sea un referente del cristianismo…

¿Qué han dicho? “Toda la educación de las mujeres debe ser relativa a los hombres”.
¿Quién lo dijo? Jean-Jacques Rousseau, el penecéntrico.
¿En serio? Todo un penecéntrico, el bueno de Rousseau. Que el mundo gire alrededor de los hombres, por favor. Que las mujeres construyan sus vidas en torno a los hombres y que todo lo que aprendan sirva para hacer el paso de los varones por la vida más sencillo. A Rousseau lo de ‘El siglo de las luces’ se le puede aplicar por el día en el que escribió esto: se le había apagado una bombilla, claramente.

¿Qué han dicho? “Los hombres se rigen por vías de la inteligencia. Las mujeres, por las curvas de la emoción”.
¿Quién lo dijo? James Joyce.
¿En serio? Todo un tópico expresado de la peor forma posible. Ya se sabe: las mujeres son las de las emociones y los sentimientos, las débiles. Mientras, los hombres son los que tiran de razón, los que no lloran y los más listos. Las generalizaciones son una lacra, pero cuando son machistas, son aún peores.

¿Qué han dicho? “El hombre ama dos cosas: el peligro y el juego. Por eso ama a la mujer, el más peligroso de los juegos”.
¿Quién lo dijo? Nietzsche.
¿En serio? Más misoginia con la firma de Nietzsche. Las mujeres no son personas ni nada de eso: son un juego peligroso y por eso son atractivas para los hombres. Lo que hay que leer, superhombre.

¿Qué han dicho? “Puedes ponerle pintalabios a un cerdo y que aún siga siendo un cerdo”.
¿Quién lo dijo? Barack Obama.
¿En serio? Ni siquiera el hecho de que lo dijera para meterse con Sarah Palin justifica esta mamarrachada de Obama. Vale que es ingeniosa y vale que imaginar a la estrella del Tea Party como un cerdito con los labios pintados podría llegar a ser gracioso, pero la afirmación tiene un tinte machista que deja al presidente yanqui a la altura del betún.
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Con información de The Huffington Post, El País, Aquí fue Troya, Biblia Paralela y El Confidencial.