En este mundo tan frenético no solemos detenernos a disfrutar de las pequeñas cosas que tiene la vida. Mirar a los ojos debe ser una de las experiencias más bonitas de nuestra existencia y muchas veces no nos tomamos el tiempo para hacerlo.
En este artículo te contaremos sobre dos experimentos que te dejarán asombrado. El objetivo en ambos es similar: mirarse directamente a los ojos durante un período determinado. Las reacciones y sensaciones de centrar solamente nuestra atención en la mirada del otro son grandiosas.
Pongamos como ejemplo que vas en el metro rumbo al trabajo. Aburrido miras a tu alrededor quizás buscando una cara conocida o pensando qué será de la vida de cada uno de tus compañeros de trayecto. De repente tu mirada se cruza con la de otro pasajero. ¿Cuál es la primera reacción? Por supuesto, mirar para otro lado o bajar la cabeza de vergüenza. ¿Qué pasaría si ambos mantuvieran la mirada por algunos segundos? ¡Seguro empezaría a llamar tu atención!
Esta típica situación fue el paso inicial para un experimento llamado “Miradas” donde se reunió a 20 personas que no se conocían entre sí, se armaron parejas al azar y les dieron una simple consigna: mírense a los ojos durante unos minutos mientras las cámaras los filmaban… y déjense llevar.
La felicidad, la ilusión e incluso el amor era lo que se expresaba en esas miradas. ¡Muchos de ellos hasta se besaron apasionadamente! Al terminar la prueba cada uno debió decir qué sintió en esos minutos tan extraños.
La mayoría lo definió como algo que nunca hubieran esperado, algunos hablaron del amor a primera vista y otros del nivel de complicidad que habían entablado con el hasta entonces desconocido… La conclusión es que muchas veces es suficiente prestar atención al otro para encontrar lo que buscamos. Simplemente tenemos que mirar más a nuestro alrededor.
Mirar a los ojos a tu pareja
En las películas vemos escenas donde los protagonistas se miran durante largos minutos y todo parece ser tan mágico… ¿Por qué eso en la vida real no sucede? ¡Por que no lo permitimos!
No importa cuanto tiempo hace que estás con esa persona especial, ponte a pensar cuándo fue la última vez que se han mirado fijamente sin que nada más interese. A qué seguro tardas en hallar la respuesta…
Otro experimento similar al anterior quiso comprobar que mirarse directamente a los ojos aumenta el nivel de intimidad en las parejas. En la prueba esas dos personas debían mantener la mirada en el otro durante 4 minutos, sin hablar. El abanico de relaciones era tan amplio que incluía también a una de desconocidos. También había noviazgos, primeras citas e incluso un matrimonio que llevaba 55 años juntos.
Al finalizar el tiempo pautado es interesante analizar las reacciones y declaraciones de cada uno de ellos. Todos indicaron que se sintieron más cercanos a sus parejas, que el amor había “renacido” y que no entendían por qué no se miraban a los ojos más seguido. Incluso la pareja de desconocidos comenzó a salir tras el experimento y se casaron meses después.
¿Qué sentirías si por unos minutos miraras a tu pareja a los ojos? Sin peleas, sin pensar en los problemas ni en el dinero, sin que nada ni nadie los moleste… quizás te darías cuenta de que en esas pequeñas emociones está el verdadero amor y la complicidad de la que tanto se habla. Una simple mirada es suficiente para reencontrarse con las emociones más puras que podamos experimentar.
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