HACIA EL INTERIOR....
Aunque ya conozcamos como cambiar nuestra
realidad, a los seres humanos nos cuesta trabajo ir hacia dentro, porque esto
puede significar derrumbar todo lo que creemos que es real. Dejamos de ir hacia
dentro por temor a encontrar cosas que no nos gustan como la culpa, o miedos
arraigados en vivencias del pasado, y porque sentimos que saldremos lastimados
si miramos profundo dentro de nosotros.
En la gran mayoría de los seres humanos vive
latente el miedo, una energía que frena nuestro poder. El miedo tiene muchas
caras y muchos nombres, y cuando no separamos ese nuestro
miedo de manera específica, este es una energía enorme con la que no podremos,
por el contrario, al tomar en específico a lo que le tememos estamos tomando
solo una fracción del miedo, y al enfrentarlo veremos que es tan absurdo, que
podremos diluirlo con facilidad.
Realmente el problema radica en que creemos que
debemos enfrentar a la inmensa masa de energía del miedo, cuando en realidad
solo debemos ponerle nombre a nuestro temor en particular, confrontarlo desde
nuestro presente, y agradecer su enseñanza.