Hola, muy buenas noches, saludos, miembros
todos del Grupo.
Creo, me parece que vais - van ustedes - a entender y a
comprender lo que voy a escribir. Espero sea así.
A mí me llama mucho, muchísimo, la atención sa-
ber y conocer, leer una y otra vez la devoción y el
afecto con que tratáis - tratan ustedes - a los ani-
males, a los animalitos.
Quede, sea, esté total y absolutamente claro que,
de ninguna forma ni manera, soy yo un enemigo
de los animales.
Nunca, jamás he sido yo ningún enemigo de ellos.
Nunca, jamás , en ninguna etapa o momento de mi
ida he tenido o he convivido yo con un animalito do-
méstico - un pet - en mi casa.
Los animales son como los hombres. Nacen, viven y
mueren.
Los animales son seres vivos libres. Así los hacen las
leyes de la Naturaleza
Vivan ellos a su modo, en libertad, a pleno aire, sin res-
tricciones ni cuerdas o cadenas de paseo, sin estar so-
metidos a áreas o espacios que limiten sus movimientos.
Sean libres los animales.
Transcurra su vida a cielo abierto, en espacios despejados,
se desenvuelva su existencia activamente en su medio natural.