Llena tu vida de colores,
como el arco iris tras la lluvia y el sol;
llénala de sus tantos matices,
que no haya la menor duda de ilusión.
Rojo, para no olvidar la pasión,
tan llena de armonía, ternura y amor.
Naranja, para sentir el calor del fuego,
sin que llegue a quemar el corazón.
Amarillo, para despertar con alegría,
para que no queden penas ni algún dolor.
Verde, pura esperanza y razón de vida,
que llena de anhelos, sueños e intención.
Azul, como el cielo intenso que desea,
tanto la gracia, la dicha y la intención.
Violeta, color que llama por su encanto,
que hace que ni negro ni gris sea su son..
Haz que tu vida sea un arco iris,
cuyos colores no sean rutina ni desazón,
mas dale un toque de confianza plena,
para que los colores se hagan con razón.
Haz que tu vida sea un arco iris,
cuya aparición hace levantar la devoción,
que creer no significa religión alguna,
sino convicción de que el día es acción.
Haz que tu vida sea un arco iris,
cuyo reflejo llegue de lleno al corazón,
que abra ilusiones y esperanza,
que refleje seguridad, sinceridad y color.
Haz que tu vida sea un arco iris,
en los que no haya duda e indignación,
que abra una infinita senda de alegría,
para caminar en ella con gran elección.
Haz que tu vida sea un arco iris,
en el que haya sobre todo gran razón,
la razón que mueve la fe y el cariño,
para que tras ella no haya desolación.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester