Un hombre regresa un día antes de
un viaje de negocios en el que se encontraba. Llegada la medianoche, agarra un
taxi en el Aeropuerto hacia su casa. Conversando con el taxista le pregunta si
se quiere ganar un dinerito extra por hacerle un favor.
El hombre sospechaba que su mujer le estaba poniendo los
cuernos y tenía la intención de capturarlos en el acto, pero necesitaba un
testigo que respaldara su historia y el hecho. El taxista aceptó y siguieron el
camino a la casa.
Llegaron calladamente a la casa, y el hombre y el taxista
entraron a la habitación sin hacer ruido. El marido abrió la puerta,
prendió las luces, tiró de las sábanas y encontró que su mujer estaba desnuda
con otro hombre en la cama.
Inmediatamente le puso una
pistola en la cabeza.
La esposa le grita:
- ¡No lo hagas....! este hombre ha sido muy generoso con
nosotros... Yo fui la que te mintió cuando te dije que había heredado dinero de
una tía que vivía en España. Él fue el que nos pagó la hipoteca, el carro que
te regalé en Navidad, pagó nuestro apartamento en Miami y en
Grecia, y además es el que paga todas las facturas mensuales...
Sacudiendo
su cabeza de un lado a otro, el hombre baja el arma y mira al taxista
diciéndole:
- ¡Dios!... ¿qué hago ahora?
Y el taxista responde:
- Mmmm... Yo, lo arroparía bien para que no le se resfríe...