Hacer del día de hoy un mejor mañana,
dejar que la alegría o tristeza fluya sin temor,
aprender cada segundo de los errores,
transmitir paz y nunca desilusión;
dejar que la vida penetre y saque lo mejor.
Tener al lado a alguien es una dicha,
quizás mañana la soledad sea el mayor dolor,
decaer es cosa de amar o no la vida,
permitir o no la raíz del corazón;
esperar que el tiempo pase y deje su calor.
Detener el tiempo es un gran imposible,
mas el mejor don es callar y escuchar con amor,
retener en la retina todo lo bueno del día,
desistir del desasosiego y la interrupción;
pensar que el silencio puede cobrar su color.
Rehacer lo no hecho es un buen equilibrio,
pues el tiempo perdona mas allá del rencor,
mantener firme la mirada al frente,
reír si es necesario para retomar acción;
dejar que un suspiro deje todo tipo de temor.
Perder la maldad es algo que deja lección,
ya que nada mejor que subir en el amor,
depender de una palabra no es elección,
sentir el anhelo es algo que cubre sensación;
fantasear que el presente puede ser mejor.
Permanecer junto al ama es algo sin decisión,
ya que cada latido del corazón es gran sabor,
entender al otro es una y preciosa labor,
resistir en el frente tiene su gran decepción;
respetar, amar, llorar, ..., ¡todo tiene su valor!.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester