Una pareja de 80 años decide hacer un viaje de recuerdo que los lleve al lugar donde se conocieron por primera vez.

Cuando estaban sentados en un café, la mujer le pregunta: “¿Recuerdas la primera vez que te conocí, más de 60 años atrás? Salimos de este café, fuimos a un rincón detrás de la estación de servicio  y te hice vivir el momento más excitante de tu vida.”

“Si, me acuerdo perfectamente querida, ¿Por qué?” Respondió el hombre. 

“Bueno, para recordar los viejos tiempos, vayamos al mismo lugar y hagámoslo de nuevo.” 

La pareja pagó la cuenta y se fue del café. Un joven que estaba sentado en la mesa de al lado escuchó la conversación de la pareja y sonrió al pensar que sería bastante interesante ver a dos ancianos en acción, por eso se levantó y los siguió. El joven ve que le pareja está cerca de la estación de servicio y que la mujer se está bajando la bombacha y subiendo el vestido.

El hombre se baja los pantalones y toma a la mujer por la cintura, mientras ella se sostiene del alambrado. Bueno, lo que sigue son 10 minutos del sexo más atlético y apasionado que el joven ha visto en su vida. Brazos y piernas se sacuden por todos lados sin parar ni un segundo. Al finalizar, la pareja se desploma y queda inmovilizada por una hora.

El joven está sorprendido. Nunca en su vida ha visto algo que se asemeje a lo que acababa de ocurrir, ni en películas, ni en amigos, ni en sus propias experiencias. 

Reflexionando sobre lo que acaba de ver, el joven piensa: “Tengo que saber su secreto. Si tan solo pudiera hacer el amor como ellos…”

A esta altura, la pareja ya estaba recuperada y con la ropa puesta. Juntando coraje, el joven se les acerca y les dice “señor, nunca en mi vida he visto a alguien hacer el amor de esa forma, especialmente a su edad, ¿Cuál es su secreto? ¿También hacía el amor de esta forma 60 años atrás? 

El anciano responde “No lo creo, querido. 60 años atrás ese alambrado no estaba electrificado”.