Una familia está cenando y el hijo le dice al padre si puede hacerle una pregunta personal. El padre le contesta que sí:
- Papá, ¿cuántas clases de tetas existen?
El padre extrañado le contesta:
- Bueno, hijo, existen tres clases: a los veinte, las tetas de las mujeres son como melones: redondas y firmes; entre los treinta y los cuarenta, son como peras: todavía buenas pero un poco caídas.
Después de los cincuenta son como cebollas.
- ¿Cebollas?
- Sí. Las miras y te hacen llorar...
Este comentario enfureció a la esposa y a la hija, por lo que ésta dijo:
- Mamá. ¿Puedo hacerte yo una pregunta?: ¿Cuántas clases de penes existen?
La madre sonrió, miró a su esposo y contestó:
- Bueno hija, el hombre atraviesa tres etapas: a los veinte lo tiene como un roble: grande y fuerte. De los treinta a los cuarenta es como un abedul: flexible pero confiable. Después de los cincuenta es como un árbol de Navidad.
- ¿Un árbol de Navidad?
- Sí... Completamente muerto y seco y las bolas son ¡puramente decorativas!