Entre las víctimas históricas del veneno, selecciono a cuatro figuras que todos conocemos.
1. SÓCRATES
Y EL AMARGO SABOR DE LA CICUTA
El gran
filósofo de Atenas Sócrates (hacia 470-399 a.C.), maestro de Platón y
considerado uno de los más eminentes pensadores de todos los tiempos, fue acusado de corromper a la juventud,
juzgado por ello y condenado a muerte. Parece ser que las burlas
mordaces e irónicas que dirigió al tribunal durante su procesamiento fueron la
causa de tan severo castigo. Sea como fuere, aunque sus amigos y discípulos
tenían un plan para ayudarlo a evadir la sentencia, él prefirió acatarla y
morir. ¿El método? Ingerir un brebaje a base de
cicuta,
hierba muy tóxica y letal y de sabor amargo.
2. EL PAPA BORGIA O EL RIESGO DE EQUIVOCARSE DE
COPA
Alejandro
VI (1431-1503), más conocido como el papa Borgia y uno de los más destacados
miembros de esta familia renacentista de origen valenciano (Borja), tuvo fama de envenenador, lo mismo que
sus hijos César y Lucrecia, y su muerte se produjo accidentalmente por culpa de
esta "afición". Él y su hijo César acudieron
como invitados a un banquete en la residencia del cardenal Corneto, de resultas
de la cual todos los comensales cayeron gravemente enfermos y el papa falleció.
El motivo, según los indicios, fue la ingestión de un veneno que los Borgia
habían preparado para asesinar al resto de convidados y que, por error de un
criado, les fue servido a ellos también.
3. MOZART, ¿ENVENENADO O PARANOICO?
El 22 de
noviembre de 1791, dos días después de su última presentación pública, el
genial compositor Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) cayó enfermo; murió trece días
después. Un envenenamiento fue la primera de las teorías sobre qué pudo haberlo
matado tan joven. El propio Mozart, en su agonía (en la imagen que ilustra
este artículo), estaba convencido de que lo habían envenenado y se lo dijo a su
mujer, Constanze, que no le creyó. Debido a las precarias condiciones económicas
de la familia, Mozart sería enterrado en una fosa común. Recientes
investigaciones apuntan a la posibilidad de que el músico muriera víctima de
una infección epidémica por estreptococos, aunque la hipótesis del
envenenamiento no se descarta.
4. NAPOLEÓN: ARSÉNICO POR ACCIDENTE (O NO)
La causa
de la muerte de Napoleón Bonaparte
(1769-1821) en su destierro de la isla de Santa Elena sigue generando
controversia. Oficialmente se trató de un
cáncer de estómago, pero estudios recientes de muestras de su cabello han
revelado un contenido de arsénico muy superior a lo normal. Hay distintas
hipótesis: que se envenenase accidentalmente al inhalar el arseniuro de cobre
presente en la pintura de su prisión o que se lo suministrara su asistente, el conde de Montholon,
siguiendo instrucciones de los ingleses, que querían evitar a toda costa
que Napoleón volviese a Francia.