Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo.
Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte,
dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tu mismo eres tu destino.
Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda