Dormir para no pensar es caer en un pozo oscuro; es necesario pensar para dormir y dormir para poder pensar descansado.
Callar para no gritar es impedir que tu corazón se exprese, porque tu corazón es quien, necesariamente, tiene que gritar para no callar. Gritar de alegría, de tristeza, de ira, ... es imprescindible para un corazó sano.
Reír para no llorar no tiene sentido porque tan bueno es reír como llorar. No es nada bueno impedir ni la risa ni el llanto.
Olvidar para no sufrir, no es una solución; no sufrir supone aceptar y asumir lo que nos produce el sufrimiento.
Abrazos.