Oíd, mortales, el grito sagrado: "¡libertad, libertad, libertad!" Oíd el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad.
Ya su trono dignísimo abrieron las Provincias Unidas del Sur y los libres del mundo responden: "Al gran pueblo argentino, ¡salud!
Coro
Sean eternos los laureles que supimos conseguir, que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos... ¡o juremos con gloria morir!, (se canta después de cada estrofa) |