“Hasta los conflictos bélicos concluyen con la firma de un tratado”, argumenta Ross. Los inversores, sin embargo, no lo ven como una escaramuza. Desmenuzan las listas y hacen cuentas tratando de anticipar daños. Eso provocó que la valoración de los fabricantes de coches General Motors y Ford Motor llegara a caer un 3% al iniciar la sesión, mientras que Tesla perdía un 5%. El mismo revés lo sufrió la aeroespacial Boeing.

Las acciones de otros gigantes industriales con intereses en el mercado chino, como los fabricante de maquinaria Caterpillar y Deere, sufríeron caídas también del 3% por el temor de que este enfrentamiento lleve a una escalada mayor de las medidas proteccionistas. Apple y Nike lo hizo hasta un 2%. El cambio del dólar, sin embargo, se mantuvo estable pero el aumento de la incertidumbre hizo que el oro subirá un 1%.

El Dow Jones logró cerrar el martes con una subida del 1,3%, recuperando así parte de lo que se dejó en lunes en otra jornada dominada por la volatilidad. Con la caída inicial de este miércoles, llegó a acumular un negativo del 5% en el año. Los parqués europeos perdían un 1% en el momento de abrir Wall Street mientras que Asia cerró con un descenso medio del 0,7%. En el caso de los índices de los países emergentes, la caída fue del 1,7%.

Los analistas de JPMorgan Chase coinciden al señalar que la economía de EE UU tiene la solidez suficiente para soportar el arancel. Es más, ven los últimos acontecimientos como el inicio de un proceso de negociación, que llevará a una solución en algún momento. Pero también reconocen que el mercado es demasiado sensible en este momento y este tipo de anuncios crean volatilidad, que se seguirán haciendo notar hasta que las cosas no estén claras.