Claudia López y Antanas Mockus, políticos del partido progresista Alianza Verde, han anunciado la mañana del viernes que votarán en la segunda vuelta por Gustavo Petro, candidato de izquierda a la presidencia de Colombia. Han aclarado que su apoyo es individual. Con esta decisión no pretenden unir la Coalición Colombia, la plataforma del exaspirante Sergio Fajardo, con la que se presentaron el 27 de mayo a la primera vuelta de las elecciones y cosecharon 4,6 millones de votos, la suma que le falta a Petro para ganar a su competidor Iván Duque, según las encuestas.
"Venimos como ciudadanos a ofrecer nuestro voto libre y a conciencia", ha dicho López, quien fue la fórmula vicepresidencial de Fajardo, en un acto en la Plaza de los Mártires, en el centro de Bogotá. "Reconocemos que, aunque ninguna de las dos opciones que quedan nos parecían óptimas, no creemos que las dos candidaturas sean equivalentes".
La Alianza Verde había manifestado semanas atrás que para la segunda vuelta del 17 de junio apoyarían el voto en blanco -como lo anunció el propio Fajardo- o a Petro, pero no a Duque, el candidato de la derecha, miembro del Centro Democrático, el partido del expresidente Álvaro Uribe. "Representa un enorme riesgo para Colombia en muchos sentidos, no solo por su pasado de abuso, corrupción, compra de votos, falsos positivos, violencia, polarización. Sino un riesgo hoy y hacia el futuro", ha declarado López. "El uribismo ya cuenta con una mayoría en el Congreso, quiere fusionar la rama judicial en una sola corte. No solo estamos en defensa de la paz, estamos defendiendo a la sociedad de la tiranía y el control absoluto del poder".
Para garantizar su voto, los dos políticos progresistas le han exigido a Gustavo Petro que ratifique 12 compromisos que, simbólicamente, han plasmado sobre dos lápidas en piedra como los 12 mandamientos. Cada uno de estos puntos representa las dudas que persiguen al candidato izquierdista y que sirven de munición electoral para su competidor.
"Petro, ¿se compromete usted a no expropiar?, ¿se compromete a no convocar una Asamblea Constituyente?, ¿a garantizar los recursos públicos como sagrados?, ¿a impulsar la iniciativa privada?", iba leyendo Antanas Mockus, una de las figuras más relevantes y mejor consideradas de la política colombiana. El que fuera alcalde de Bogotá e impulsor de la cultura ciudadana como ideología, se ha convertido en un importante barón electoral tras ochos años retirado de la arena política. En las elecciones legislativas del pasado marzo obtuvo más de medio millón de votos, la segunda mayor votación histórica para un senador en Colombia.
Tanto Mockus como López habían manifestado sus dudas a la candidatura de Petro por considerarla "extremista" desde que comenzó la campaña electoral a principios de año. "Media sociedad se va a asustar frente a Petro, la otra media frente a Duque y vamos a quedar atrapados en eso. Pues no nos dejemos echar ese cuento. Escribamos otro que nos una”, había declarado el senador. "La extrema derecha es Uribe en Colombia. Y era evidente que con la desmovilización de las FARC y el fin del conflicto armado iban a consolidarse líderes en la izquierda como Gustavo Petro. Mi proyecto político es darle al centro otro sentido", declaró la representante de los verdes en una entrevista con EL PAÍS.
A menos de dos semanas de que Colombia tenga un nuevo presidente han decidido manifestar su apoyo a Petro porque consideran que "el voto en blanco sería una legítima pero simbólica sanción a la clase política". Apuestan por lo que denominan "el cambio para derrotar por primera vez en la historia a todas las maquinarias políticas tradicionales". Y anuncian que si gana el candidato de izquierda no dejarán de vigilar sus decisiones. "Venimos con alegría, esperanza y fe en Colombia. No aceptamos revanchas ni falsas divisiones entre buenos y malos. El cambio no es a cualquier costo, sino con ética y reconciliación. No somos enemigos", ha concluido Claudia López al lado de otras relevantes personalidades como Íngrid Betancourt, excandidata a la presidencia que estuvo secuestrada por las FARC.