Cordiales saludos para todos vosotros, para todos ustedes, amigos, miem-
bros y participantes de este Grupo nuestro, de Amigos en Crisis.
Sabía ya, conocía ya desde hace algunas jornadas (desde hace, más o me-
nos, una semana) que el día 18 del mes de septiembre los chilenos van a
celebrar, una vez más, el DÍA DE LA FIESTA PATRIA, el día DE LA FIES-
TA PATRIÓTICA.
Que un territorio, que un país logre, que consiga su independencia, que se
libre o desprenda de los vínculos de dependencia - o quizás, no sé bien -
de sometimiento al dictado y voluntad de gentes llegadas de tierras lejanas
de ultramar, es por supuesto, naturalmente un motivo suficiente para cele-
brar y recordar con júbilo, con alegría y con regocijo por los habitantes y
nativos, por la población local toda y entera.
Los castellanos llegaron, en el año 1492, a las tierras llamadas hoy América.
Entiendo yo que esto fue un hecho histórico de mucha, de muchísima impor-
tancia. ¿Qué hicieron, a qué se dedicaron, de qué cosas se ocuparon los cas-
tellanos (bueno, decir 'castellanos' no es, posiblemente, una correcta forma
de llamar a los hombres que desembarcaron y recorrieron las hermosas y
lindas tierras americanas), qué buscaban, qué pretendían, qué querían hacer
ellos allá, allí, tan lejos de la Península Ibérica?
Creo yo que es esto una pregunta difícil de responder.
Una consecuencia clara y evidente de la llegada de gentes de Europa a las cos-
tas americanas, sean del Sur o sean del Norte, es hoy la difusión y el uso de las
lenguas castellana, inglesa y portuguesa en el Nuevo Continente.