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General: México votó por la dignificación de su pueblo y contra Trump
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 02/07/2018 04:35
Elecciones federales de México de 2018
En vivo
Última actualización: 11:33 p. m. COT


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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: handy392 Enviado: 02/07/2018 19:45
gracias por compartir


Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 04/07/2018 12:06

México se prepara para el cambio

La abrumadora victoria de AMLO el domingo supone el renacer de la esperanza democrática tras dos décadas de alternancia insuficiente

Simpatizantes de López Obrador cerlebran el triunfo en el Zócalo el domingo.  VÍDEO: EPV

La abrumadora victoria de Andrés Manuel López Obrador fue tal que las expectativas generadas deberán traducirse pronto en hechos para no rememorar el fantasma de la alternancia. México convirtió el domingo al tres veces candidato en el presidente con más respaldo de la historia reciente del país, con el 53% del apoyo y cerca de 25 millones de votos. En cierta manera le dio casi un cheque en blanco si se tiene en cuenta el poder que acumulará en el Congreso. Una confianza total para que cumpla con lo que ha prometido durante la campaña e inicie lo que él ha denominado como cuarta transformación.

Las elecciones del domingo han significado para México el renacer de la esperanza democrática. El país vivió algo similar con los comicios del año 2000, cuando Vicente Fox, un gobernador del PAN, fue el primero en la historia en sacar al PRI de la residencia oficial de Los Pinos. El estrambótico político se hizo con el poder con 15.9 millones de votos. López Obrador ha pulverizado ese respaldo popular obteniendo 24.9 millones de sufragios. Este hito ha dejado atrás también a Enrique Peña Nieto, quien hasta el domingo era el presidente más votado en la historia de México con 19.1 millones de votos.

Todo el mundo asume que México necesita una refundación. Ese es el mensaje más claro que dejó la votación del domingo. Todos los sectores, especialmente los empresariales, a los que se dirigió López Obrador en primer lugar, asumen que las cosas van a cambiar. La recomposición de las élites se antoja inevitable, más aún cuando el poder acumulado por Morena es descomunal.

La victoria de Fox, hace 18 años, sacó a muchos mexicanos a las calles a festejar el resultado electoral. El ambiente del país en ese entonces estaba impregnado con la idea del cambio. Lo mismo pasó la noche del domingo, que provocó nutridas muestras de apoyo al futuro presidente de México, sobre todo en Ciudad de México, el bastión de López Obrador.

No obstante, y como pasó también en aquel Gobierno, López Obrador y Morena deberán administrar unas expectativas muy altas. Fox llegó al poder prometiendo, entre otras cosas, resolver en 15 minutos el entuerto que había provocado el levantamiento zapatista en la selva chiapaneca de 1994. López Obrador también ha prometido acabar con los males modernos nacionales, entre ellos la corrupción y la violencia. El ganador de las elecciones de 2018 no ha dudado en comparar su eventual Gobierno en importancia a la Independencia, la Reforma y la Revolución. Esto eleva por los aires aún más las esperanzas depositadas en una Administración que llegará al poder el 1 de diciembre.

Fox llegó al poder en 2000 con un Congreso que no controlaba, pero que no le era del todo desfavorable. Su partido representaba el 40,8% de la Cámara de Diputados y el 36% del Senado. El PRI era el dueño de ambos centros legislativos. Pero el sismo político que dejó la elección del domingo pinta un escenario muy distinto para López Obrador. El líder de Morena no hallará demasiada oposición en el Legislativo. La coalición Juntos Haremos Historia tendrá al menos, y a la espera de los conteos definitivos, el 42% de los diputados y el 20% de los senadores con el PAN y el PRI en minoría. Las cifras definitivas serán dadas a conocer los próximos días, aunque ya hay algunas estimaciones que aseguran que la alianza de López Obrador tendrá mayoría absoluta en la cámara baja y una mayoría holgada en el Senado.

López Obrador llegará al poder con el antecedente de Vicente Fox. Esto incluye también el desencanto de parte del electorado que votó por el cambio en 2000 pero encontró que un Gobierno del PAN era muy similar al PRI. 18 años después, una gran mayoría de los mexicanos ha decidido confiar en otro político que vende el cambio. Tras su arrolladora victoria, López Obrador se apresuró a atajar los comparativos con Fox. En su primer discurso anunció que su proyecto de nación engendra “cambios que serán profundos”. México ya está a la expectativa.

“Llamo a todos los mexicanos a no poner por encima los intereses personales por legítimos que sean. Hay que poner por encima el interés superior”, afirmó antes de citar a Vicente Guerrero, uno de los militares que luchó en la Independencia mexicana. El nuevo presidente se mostró cauto. Con rostro serio se limitó a dibujar las líneas maestras de lo que será su Administración, la primera surgida desde la izquierda. “No apostamos por construir una dictadura, ni abierta ni encubierta”, explicó en referencia a quienes lo han tildado de ser un político populista de vena autoritaria. En cambio, anunció cambios profundos “con apego al orden legal”. “Habrá libertad empresarial, de expresión, de asociación y de creencias”, dijo entre aplausos de sus seguidores. No obstante, dejó muy claras sus prioridades: “Escucharemos a todos, atenderemos a todos, respetaremos a todos, pero daremos preferencia a los más humildes y olvidados, en especial, a los pueblos indígenas”.

López Obrador afirmó también que respetará la autonomía del Banco de Méxicoy que su gestión se conducirá con “disciplina financiera y fiscal”. Además, dijo que se reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros y no habrá confiscaciones o expropiaciones. De esta forma, intentó espantar los fantasmas de candidato radical y antisistema que sus adversarios vendieron. El ganador de los comicios nombró a Carlos Urzúa, el futuro ministro de Hacienda, y al empresario Alfonso Romo, su próximo jefe de oficina en la presidencia, como los coordinadores de la transición para temas económicos. López Obrador también dijo que no habrá divorcio con el electorado: “Será un Gobierno del pueblo y para el pueblo”.


Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 02/10/2018 11:25

Qué cambia con el nuevo acuerdo comercial entre México, EE.UU, y Canadá

Publicado: 2 oct 2018 01:36 GMT | Última actualización: 2 oct 2018 09:10 GMT

Los tres países norteamericanos renuevan sus acuerdos comerciales 25 años después.

Qué cambia con el nuevo acuerdo comercial entre México, EE.UU, y Canadá
Banderas de México, Canadá y Estados Unidos.
Rebecca Cook / Reuters
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Tras casi 25 años, México, Estados Unidos y Canadá han ratificado el pacto comercial USMCA (por sus siglas en inglés) que remplaza al Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994 "con un estándar del siglo XXI" para apoyar un comercio que "beneficie a los tres países con mercados más libres y justos que robustecen el crecimiento económico en la región", como se lee en el preámbulo dado a conocer este 1 de octubre.

Los congresos de los tres países aún deben aprobar la firma de ese Acuerdo entre EE.UU., México y Canadá, también denominado TLCAN 2.0. En el caso mexicano, está previsto que suceda a finales de noviembre, según ha manifestado su subsecretario de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker. Bajo la óptica de los mandatarios Enrique Peña Nieto, de México; Donald Trump, de EE.UU.; y Justin Trudeau, de Canadá, se trata de una solución beneficiosa para todos.

En un momento en que Reino Unido analiza cómo serán sus relaciones comerciales cuando se lleve a cabo el 'Brexit' o EE.UU. y China, las dos primeras economías del mundo, libran una guerra comercial o Washington busca imponer aranceles al aluminio y el acero de Europa y Rusia, "es bueno tener" este TLCAN 2.0, considera Fernando González-Rojas, director de los programas de Derecho de la Escuela de Gobierno del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).

El integrante de esa universidad privada mexicana también destaca las bondades de este entendimiento para México, después de que "EE.UU. abandonó el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP)". Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio del Canadá en México, Armando Ortega, estima que este acuerdo trilateral "ha sido un largo ejercicio de contención de daños y de manejo de un riesgo permanente", tras 13 meses de negociaciones con constantes amenazas de Trump sobre la posibilidad de que concluyera.

El USMCA "moderniza la relación en muchas disciplinas", pues cuando se firmó el TLCAN "ni siquiera había Internet", destacó Baker. En este sentido, se cambió la regla conocida como de los minimis, la cual permite que se hagan compras en línea de hasta 100 dólares sin que se tengan que pagar aranceles, explica González-Rojas.

Fernando González-Rojas, director de los programas de posgrado en Derecho, ITESM.
"La versión anterior no tenía una revisión, no había una sistematización de la actualización del tratado de libre comercio, es un cambio significativo".Fernando González-Rojas, director de los programas de posgrado en Derecho, ITESM.

También destaca que el documento busca apoyar "el crecimiento y desarrollo de las pequeñas y medianas empresas mediante la mejora de su capacidad para participar y beneficiarse de las oportunidades creadas por este Acuerdo, reconociendo sus contribuciones al crecimiento económico, el empleo, el desarrollo comunitario y la innovación".

A revisión cada seis años

El nuevo pacto plantea una revisión cada seis años y su terminación después de 16. "La versión anterior no tenía esta revisión, no había una sistematización de la actualización del tratado de libre comercio, es un cambio significativo. En teoría, después de los seis años se termina, a menos que en la revisión sexenal se prolongue su vida otros seis o más, incluso en una revisión se podría eliminar la terminación", explica el especialista.

Otro cambio son las reglas de origen en materia automotriz. Anteriormente el 62,5 % de los automóviles ligeros tenían que ser producidos en la región para beneficiarse del privilegio de no pagar aranceles para entrar o salir de estos tres países. Ahora, el 75 % de esos vehículos tiene que ser fabricado en la región para beneficiarse de esta tarifa cero.

Donald Trump había amenazado con pasar del TLCAN a un pacto bilateral con México e imponer impuestos a las exportaciones canadienses de vehículos a EE.UU. si Ottawa no firmaba antes de la medianoche del 30 de septiembre.

González-Rojas apunta que lo anterior va de la mano en materia laboral, pues el 40 % de esos automóviles tiene que ser fabricados en regiones donde el salario sea de entre 16 y 19 dólares la hora, y "para México es un cambio significativo porque, en promedio, el salario de un trabajador es de tres dólares por hora".

Más del 60 % de los automóviles que hoy entran a EE.UU. desde México cumplirían con las nuevas reglas de origen. "Quienes no las cumpla tienen tres opciones: no hacer absolutamente nada y pagar los aranceles, incrementar los salarios de sus trabajadores u obtener los componentes del automóvil en los países donde se cumplan los nuevos requisitos que impone el tratado", abunda el profesor.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frente a la Casa Blanca, Washington, 1 de octubre de 2018 / Kevin Lamarque / Reuters

El documento liberado este 1 de octubre señala que se busca "facilitar el comercio entre las partes mediante la promoción de aduanas eficientes y transparentes, procedimientos que reducen los costos y aseguran la previsibilidad para los importadores y exportadores, al alentar la expansión de la cooperación para facilitar el comercio y su aplicación".

En este sentido, explica González-Rojas, el nuevo tratado es conducente con el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC), firmado el año pasado por la Organización Mundial del Comercio.

"Ha habido un esfuerzo no solo de EE.UU., México o Canadá por mejorar los procedimientos aduanales, ha sido una tendencia global: hace poco más de un año se firmó un tratado de facilitación del comercio en la OMC que tiene que ver con facilitar el intercambio comercial más allá de reducir los aranceles o de eliminar obstáculos técnicos, para hacer más fácil las logísticas comerciales. El nuevo TLCAN sigue esa tendencia, se mejoran los proceso aduanales para facilitar el comercio", refiere.

No fortalece la región

Cuando, en 1991, se comenzó a coquetear con la idea de crear un frente comercial de América del Norte fue con la premisa de formar un bloque comercial que pudiera competir con otras regiones.

Gerardo Esquivel, propuesto para ocupar la subsecretaría de egresos de la Secretaría de Hacienda en el próximo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, planteó el pasado agosto —cuando aún se discutía el futuro del TLCAN— que el tratado debería retomar esa misión primigenia para competir con otros bloques.

Sin embargo, para el especialista del ITESM, el USMCA no fortalece ni debilita la integración en la región. "De manera ideal, la región se hubiera podido integrar aún más, incluir temas como las cuestiones migratorias, por ejemplo; hubiera sido genial crear instituciones trinacionales más sólidas que pudieran participar en el diseño de políticas públicas o su implementación".

Fernando González-Rojas, director de los programas de posgrado en Derecho, ITESM.
Tal vez, el acuerdo no fortalece de manera significativa la relaciones de los tres países en comparación a cómo era antes de que entrara Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, pero al menos las mantiene estables.Fernando González-Rojas, director de los programas de posgrado en Derecho, ITESM.

El nuevo acuerdo tampoco soluciona otros aspectos, pues México trata de abrir el mercado azúcar refinadasin resultados positivos con la renovación o modificación de los Acuerdos de Suspensión, que entraron en vigor en diciembre de 2014 y solo le permiten enviar cierta cantidad.

Tampoco se dio solución a la cuestión del atún sobre el que México y EE.UU. litigan desde hace décadas con la idea de que la pesca mexicana incluya etiquetas que certifiquen que es "segura para los delfines", un desacuerdo que afecta a sus ventas en territorio estadounidense.

Pese a ello, fernando González-Rojas no deja de destacar que, en épocas turbulentas como estas, que se haya actualizado el TLCAN y se reflejen tendencias como la facilitación del comercio es algo positivo: "Tal vez no fortalece de manera significativa las relaciones de los tres países en comparación a como eran antes de que entrara Donald Trump a la presidencia de EE.UU. pero, al menos, las mantiene estables".



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