Podemos definir el miedo como un conjunto de sensaciones provocadas por la presencia de un peligro.
En el caso de los humanos el miedo puede ser por un peligro real o imaginario; en el caso del denominado “mejor amigo del hombre”, los miedos siempre son debidos a situaciones reales, palpables, tangibles, o a situaciones que recuerdan las malas situaciones vividas.
El miedo es en realidad un medio de defensa de los seres vivos, una forma de reacción ante posibles peligros, situaciones de difícil o imposible manejo.
El ser vivo que se enfrenta a dichas posibilidades, que se enfrenta al miedo, puede responder de varias formas, pero, lo más habitual es:
- Huye de la zona de conflicto.
- No reacciona.
- Se defiende /
¿Qué define la forma en que un perro reacciona ante el miedo?
Son varias las circunstancias que influyen de manera importante en la consecución de una u otra respuesta, pero entre las razones más tangibles tenemos:
- Socialización del animal: la socialización de un ser vivo con el resto de seres vivos con los que interaccionará durante toda su vida, la exposición del animal a todo tipo de entornos, situaciones, es vital para un comportamiento equilibrado y para una adecuación de la respuesta defensiva a la circunstancia que lo provoca.
Un perro correctamente socializado solo reaccionará, de una u otra forma, ante situaciones verdaderamente problemáticas; un perro inadecuadamente socializado reaccionará ante situaciones de baja intensidad y que pueden no ser en ningún momento problemáticas.
La socialización provee al animal de confianza en si mismo, la falta de socialización es la puerta abierta a una vida en continua alerta.
Una de las herramientas más importantes para lograr una correcta socialización es a través del juego y de los paseos diarios.
- Carácter individual: cada animal tiene sus propias características, una serie de conductas heredadas de sus progenitores, que en importante medida influyen en la forma de enfrentarse a los problemas.
Ejemplares de líneas equilibradas tendrán más posibilidades de actuar de forma equilibrada ante los posibles conflictos a los que se enfrente.
- Educación: ya hemos comentado la importancia de la socialización, pero, para asegurar que nuestro perro solo reaccionará de forma adecuada a un problema, es fundamental una educación básica en positivo.
Si el animal ha sido educado premiando sus aciertos y obviando los fallos, si ha conseguido hacer propios unos comandos emitidos por el humano, sus reacciones serán siempre más equilibradas, y lo más importante: esas acciones podrán ser manejadas por el humano gracias a la respuesta adecuada del animal a la orden emitida.
En general éstas serían las diversas posibilidades y razones del comportamiento de un perro ante una situación que le genere peligro.
¿Qué hago si mi perro no reacciona adecuadamente ante situaciones que le atemorizan?
Es fundamental ponerse en manos de un profesional especializado en comportamiento animal (etólogo) cuando el perro reaccione de forma inadecuada (violenta) ante una situación incómoda.
El miedo es una sensación natural, una sensación que algunos creen que no puede ser manejada de forma adecuada. El miedo de los perros es una situación que puede generar graves problemas para el propio animal y para los seres vivos, racionales o irracionales, que interaccionan con él.
Si nuestro animal no es capaz de manejar de forma adecuada situaciones del día a día, es imprescindible ponernos en manos de un especialista para que diagnostique la razón del miedo y pueda establecer posteriormente las pautas para resolver el problema.
Si un perro muerde o ataca, tengamos siempre presente que existe una causa, y que en la mayoría de las ocasiones, ese ataque no es por un carácter violento ni agresivo del animal. En la mayor parte de las ocasiones, un perro que muerde, lo hace por miedo.