Arabia Saudita ha llevado a cabo un gran reajuste del Gabinete, una medida destinada a hacer del Gobierno un ente más eficaz y leal al rey y al príncipe heredero ante la presión estadounidense, opina Grigori Lukiánov, experto en Oriente Medio.
El rey Salmán bin Abdul Aziz emitió el pasado martes una serie de decretos para reformar por partes el Gabinete. Es el segundo gran reajuste efectuado por el rey luego de que el país cambiara los métodos de transición del poder y el monarca designara a su hijo Mohamed bin Salmán como heredero al trono.
El primero, que tuvo lugar durante la llamada campaña anticorrupción, se tradujo en quitar fondos a los príncipes más poderosos y ricos para llenar las arcas del reino, a la vez que en el establecimiento de trabas a sus ambiciones políticas. La nueva ronda supone poner a cargo a gente más competente, sin comprometer la base de poder de Salmán y su hijo, señala a RT Lukiánov, profesor de la Escuela Superior de Economía de Rusia.
"La necesidad se origina parcialmente en el caso Jamal Khashoggiy, de igual manera, en las dudas que aún quedan entre las élites políticas sobre la reforma de la sucesión al trono. Las rotaciones de funcionarios en Arabia Saudita están llevando al poder, cada vez más, a personas no aristócratas, que están haciendo una carrera a base de sus méritos personales. Mohamed los considera el futuro fundamento de su poder", explicó Lukiánov.
El príncipe heredero, a quien muchos señalan como personalmente responsable por el asesinato del periodista disidente en el consulado saudita en Estambul, hecho ocurrido en octubre pasado, ahora tiene que buscar vías para lidiar con la nueva realidad, en la que el aliado tradicional de su país, EE.UU., está tomando medidas hostiles hacia Riad, señaló el experto.
"El gobierno saudita tiene que actuar de manera fuerte, purgando la élite de aquellos considerados como demasiado proestadounidenses, incluso en el Gabinete. También tiene que demostrar a EE.UU. que no tolerará la injerencia de nadie en los asuntos internos de Arabia Saudita y señalar a otras naciones que su ayuda sería apreciada", sostuvo Lukiánov.
La reforma de la autoridad espacial saudita, que es parte del reajuste, es una señal clara a Rusia y China de que Riad quiere considerar la compra de tecnologías espaciales a estos países, aunque Washington los ve como sus enemigos estratégicos, precisó.
El experto cree que el giro hacia una mayor eficacia ha sido parcialmente impulsado por la presión extranjera. Un gabinete más competente tendrá mayores posibilidades de prevenir incidentes como el asesinato de Khashoggi o la disputa diplomática con Canadá.
Aparentemente, detalla, el rey y su hijo tienen suficiente confianza en su control del poder, ya que han decidido que pueden sacrificar a personas leales pero menos competentes y nombrar a otros en su lugar. En el reajuste anterior, la lealtad a la facción del rey fue considerada como primordia