El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que su país no tiene intención de renunciar a la compra de sistemas de defensa antimisiles S-400 rusos, pese a la presión por parte de Estados Unidos, su aliado en la OTAN.
"Hicimos un trato con Rusia sobre los S-400. Por lo tanto, descartamos dar un paso atrás. El asunto está zanjado", ha dicho Erdogan este sábado a bordo del avión en el que regresaba de la ciudad rusa de Sochi, donde el jefe de Estado turco celebró reuniones de alto nivel con los líderes de Rusia e Irán. "Estamos trabajando para el despliegue de los S-400 en julio", ha agregado, citado por el periódico Hurriyet.
Hurriyet asimismo ha reportado que Ankara permanece abierta también a la compra de sistemas antiaéreos estadounidenses Patriot, pero con la condición de que sirvan a los intereses de Turquía.
Turquía se ha comprometido a utilizar los S-400 como sistemas de defensa aérea independientes y desarrollar su propio 'software' para que su funcionamiento no tenga un impacto negativo en el equipo militar de la OTAN en Turquía.
A Washington le preocupa el acuerdo entre Moscú y Ankara sobre la adquisición de los S-400, pues, de concretarse, impedirá la venta de sistemas similares estadounidenses a Turquía, anunció este martes la representante permanente de EE.UU. ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison. Por ese motivo, la diplomática instó a Turquía a no avanzar con ese acuerdo con Rusia.
Ankara y Moscú acordaron la adquisición de los S-400 en abril de 2017, con vistas a que Turquía sustituya los sistemas Patriot estadounidenses. Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco, explicó entonces que su país se basaba en tres criterios: "El precio, la transferencia de tecnología y el plazo de entrega'.