Tanto para EE.UU. como para Rusia son obvios los problemas humanitarios que afronta Venezuela, pero el Gobierno ruso insiste en que la ayuda solo se envíe con la asistencia de la ONU, ha declarado este martes el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov.
Riabkov se ha reunido en Roma con el representante especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, y ha afirmado que ahora Rusia tiene "un mejor entendimiento" de la actitud de EE.UU. hacia la situación en el país latinoamericano, aunque no se ha logrado acercar las posturas.
"Para nosotros es inadmisible el concepto de intervención humanitaria preparado hace varios años de la mano de EE.UU. y que, en nuestra opinión, puede ser materializado con respecto a Venezuela", ha indicado el vicecanciller ruso.
"Los participantes de la consulta constataron problemas significantes de carácter humanitario que afronta la población y las autoridades de Venezuela. Rusia aboga por la prestación de ayuda humanitaria mediante las vías que se basan en la resolución de la Asamblea General de la ONU, incluyendo los recursos y las posibilidades de institutos internacionales especializados, y se fundamentan en el cumplimiento rígido de los principios de imparcialidad, profesionalismo y la inadmisión de la politización de este proceso, sobre todo en situación de una aguda crisis humanitaria", ha declarado Riabkov ante los periodistas.
El diplomático ruso ha calificado la reunión con Abrams y otros representantes de la Administración de Donald Trump como "útil" y ha asegurado que Moscú va a "analizar las señales" recibidas de Washington, aunque también espera que el Gobierno estadounidense valore "de manera responsable y seria" las prioridades, los enfoques y las advertencias del Gobierno ruso.