El Ministerio de Exteriores de Rusia ha expresado su indignación por el hecho de que sus expertos no tengan acceso a las instalaciones químicas de EE.UU. en el estado de Colorado porque estima que Moscú tiene derecho a inspeccionar esos lugares.
La Cancillería rusa ha emitido un comunicado este 26 de marzo en el que indica que la representante permanente de la República Checa ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Yana Reinisova, inspeccionó esas instalaciones norteamericanas en nombre de "todos los países de Europa Oriental" y también "de Rusia", aunque no tenía derecho a ello.
Sin embargo, Moscú estima que en lugar de "sus obligaciones de respetar la neutralidad y contribuir al acercamiento de las posiciones", Reinisova "prefiere defender abiertamente el punto de vista del grupo occidental, encabezado por EE.UU.".
El derecho internacional permite a los especialistas de Rusia visitar e inspeccionar las instalaciones químicas de EE.UU. "como hicieron libremente los representantes estadounidenses en su día", pero Yana Reinisova "bloqueó 'de facto'" la posibilidad de esa visita.
La versión de la Cancillería de Rusia es que esa mujer tomó la decisión de desplazarse a Colorado "sin consentimiento": no solo en su calidad de 'independiente' —en nombre del presidente de la Junta Ejecutiva de la OPAQ—, sino como 'representante' de todos los países de Europa Oriental, algo a lo que "no tiene derecho".
Por lo tanto, el Ministerio de Exteriores de Rusia opina que acciones como esta tienen lugar por los intentos de Washington de impedir que se observe el avance estadounidense en cuanto a la destrucción de armas químicas, con lo cual "algo ocultan".