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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 30/03/2014 23:03 |
CARTA SIN FECHA
Amigo: Sé que existes, pero ignoro tu nombre. No lo he sabido nunca ni lo quiero saber. Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre, que es el único modo de hablar de una mujer.
Esa mujer es tuya, pero también es mía. Si es más mía que tuya, lo saben ella y Dios. Sólo sé que hoy me quiere como ayer te quería, aunque quizá mañana nos olvide a los dos. 1
Ya ves: Ahora es de noche. Yo te llamo mi amigo; yo, que aprendí a estar solo para quererla más; y ella, en tu propia almohada, tal vez sueña conmigo; 2 y tú, que no lo sabes, no la despertarás.
¡Qué importa lo que sueña! Déjala así, dormida. Yo seré como un sueño sin mañana ni ayer. Y ella irá de tu brazo para toda la vida, y abrirá las ventanas en el atardecer. 3
Quédate tú con ella. Yo seguiré el camino. Ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar, y nunca rompo el vaso donde bebí un buen vino, ni siembro nada, nunca, cuando voy hacia el mar.
Y pasarán los años favorables o adversos, y nacerán las rosas que nacen porque sí; y acaso tú, algún día, leerás estos versos, sin saber que los hice por ella y para ti...
José Ángel Buesa
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A VECES SE ILUMINA LO QUE ES SOMBRA
A veces se ilumina lo que es sombra, otras veces lo que es noche perpetua para mi pensamiento, y sé cómo coinciden las aves y los peces, los hombres y los árboles, la eternidad y el viento.
Pero también a veces la noche se ilumina con el relámpago triste hasta lo más lejano; y no comprendo entonces el rencor de la espina, ni los pozos sin agua, ni los surcos en vano.
Y así es mejor ser ciegos, vagar en las tormentas y olvidar las preguntas que nadie nos responde; y seguir en las sombras, peregrinando a tientas sin saber hasta cuándo, ni por qué, ni hasta dónde.
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De: ALIPIA |
Enviado: 01/05/2019 19:57 |
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