El candidato a presidente por el peronismo en Argentina, Alberto Fernández, cuestionó este viernes las medidas anunciadas por el Gobierno, y dijo que el presidente, Mauricio Macri, debe resolver la crisis "con seriedad y despojado de sus ambiciones electorales".
Fernández se expresó en horas de la tarde a través de su cuenta de Twitter, desde donde manifestó su desacuerdo con la serie de políticas económicas adoptadas por la Casa Rosada en los últimos días, luego de la derrota electoral en las primarias del domingo, donde el espacio kirchnerista Frente de Todos se impuso al oficialismo por 15 puntos.
"La Argentina debe superar la crisis que la mala gestión del Gobierno nacional ha causado, y es el presidente el que debe resolverlo con seriedad y despojado de sus ambiciones electorales", manifestó el exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
"El presidente debe trabajar como presidente y separar su rol de candidato", dijo el hombre que encabeza la fórmula peronista junto a Cristina Fernández de Kirchner. Y añadió que, con las medidas económicas, el Gobierno "busca golpes de efecto electorales en lugar de soluciones a los padecimientos que sufren los sectores más débiles".
Para Fernández, las medidas anunciadas por el Gobierno "actúan sobre los efectos y no sobre las causas de la crisis económica que han generado", a la vez que "desfinancian a las provincias", manifestó el candidato en relación al impacto fiscal de las resoluciones oficiales.
Fernández se refirió específicamente a la eliminación del impuesto al valor agregado (IVA) en algunos productos de la canasta básica, una disposición que fue anunciada este jueves, pero que genera dudas sobre su aplicación efectiva, en un marco de volatilidad del dólar y una alta inflación.
"No parece razonable reducir el IVA indiscriminadamente como se ha hecho. Ello no redundará en una merma de los precios. Seguramente se convertirá en una ganancia adicional para las empresas. Hubiera sido mejor devolver el IVA a los sectores más postergados", opinó.
Este lunes, luego de las elecciones, la cotización del dólar trepó un 30 %, una devaluación histórica que, como suele ocurrir en Argentina, se refleja rápidamente en los precios de insumos y servicios, en especial de alimentos.