Florentino Pérez se ha quedado solo en el deseo de incorporar a Neymar al Real Madrid. Ni lo quieren sus directivos, ni lo quiere su entrenador Zidane, tampoco es un fichaje que guste al vestuario y, por encima de todo, tampoco lo quiere la afición madridista ni sus grandes prebostes. Además, importantes representantes de medios de comunicación muy cercanos al Real Madrid ya han escrito que no desean ver a Neymar vestido de blanco.
Son muchas las razones que han provocado esa generalizada corriente de opinión en contra de la llegada del brasileño. La primera, por descontado, la ‘traición’ de Neymar al Madrid. Cuando solo faltaba la firma, y después de haber pasado reconocimiento médico en Sao Paulo con los blancos, el padre de Neymar lo frenó todo ante la aparición de Sandro Rosell en 2011. El ex presidente del FC Barcelona tiene muy claro que Florentino jamás le ha perdonado que le arrebatara a Ney. Desde entonces sus relaciones son inexistentes. Es más, en el entorno de Rosell y de la actual directiva azulgrana, están convencidos de que muchas de las cosas que han venido ocurriéndole a Rosell y al Barça en cuestiones judiciales tienen detrás la mano del presidente del Real Madrid.
Neymar prefirió al Barça antes que al Madrid y eso ni se perdona ni se olvida en el Santiago Bernabéu. Además de ello, tampoco convence la vida de estrella de Neymar. Sus fiestas, sus polémicas, sus problemas con Hacienda... en fín, su forma de vida, alejada de lo que debe ser un profesional. Zidane le ha pedido a Florentino un esfuerzo por Pogba. Lo cree más prioritario que Neymar. Considera que la línea ofensiva la tiene muy bien cubierta. Y más si cabe si Bale vuelve por sus fueros.
Sin embargo, sí que hay una cosa en la que algunos se alinean con Florentino: si se trata de fastidiar al Barça, adelante. Y a eso se agarra el presidente blanco. Personalmente quiere devolverle la bofetada al Barça. No importa si el Madrid lo necesita o no. Si con el fichaje de Neymar se perjudica al Barça, mejor.
El argumento de que Ney sería un filón publicitario y un imán en márqueting no es más que una burda excusa. Es una decisión personal de Florentino. Él y solo él quiere tirar adelante esta operación, para quitarse la espina que tiene clavada desde 2013 y demostrar que la venganza es un plato que se sirve frío.
Para conseguirlo está dispuesto a pagar el dinero que solicita el PSG y rebajarlo con el traspaso de algún jugador. En contra de la opinión de Zidane.