De tiempo en tiempo, puede que revise mi closet y me deshaga de ropa que ya no me pongo o que ya no me atrae. Al donarla para el beneficio de otro, hago espacio para la nueva.

Otras áreas de mi vida también se benefician de este proceso de dejar ir. Realizo una limpieza espiritual cuando reflexiono acerca de lo que funciona en mi vida y lo que no. Elijo dejar ir ideas, prácticas y hábitos que no fomentan mi bienestar. Este acto de dejar ir abre mi mente a las ideas divinas que me elevan y prosperan.

Al tener presente que mis pensamientos dan forma a mi vida, permanezco receptivo al fluir continuo de ideas positivas y prósperas. Dejo ir y recibo conscientemente.

Hoy puede que tenga que desempeñar muchos papeles: madre, padre, hijo, cónyuge, amigo, vecino, compañero de trabajo, consumidor, ciudadano. Al contemplar el poder inmutable del amor infinito, entiendo que mi ser verdadero, mi ser auténtico, es divino. Yo soy guiado a hablar y actuar para fomentar el bien.

Me expreso con valor y compasión. Ante cualquier conflicto, mis palabras y acciones promueven la paz, la reconciliación y la salud. Aquello que contribuyo se convierte en un magneto para el gozo, la belleza y la abundancia. Al confiar en mi ser auténtico, permito que la gloria de lo Infinito transforme circunstancias ordinarias en posibilidades magníficas.

Existen muchas maneras mediante las cuales puedo sustentarme. Mantengo la salud de mi cuerpo con alimentos correctos y ejercicio. Fortalezco el cerebro aprendiendo, resolviendo asuntos y pensando de manera positiva. Estas acciones promueven el que esté presente en el mundo y en mi vida como una persona saludable, íntegra y productiva.

Mas soy más que mente y cuerpo. Yo soy un ser espiritual y es importante sustentar esa parte de mí por medio del descanso y la oración. La oración alimenta mi alma; me permite pasar tiempo en silencio y contemplación espiritual. Así como los alimentos y el ejercicio sustentan mi cuerpo y el pensar positivamente fortalece mi cerebro, la oración alimenta mi alma y soy bendecido.

Hoy determino mantener una actitud de gratitud. Mi vida puede que sea una mezcla de lo que pienso que es bueno y no tan bueno, mas elijo creer que lo que sucede con cada experiencia me beneficia de alguna manera. Aun cuando no pueda ver mi bien o mi crecimiento en este momento, confío en que todo me será revelado.

No importa lo que enfrente, puedo inhalar posibilidades con cada aliento, dando gracias por la oportunidad de crecer. Dejo ir el aire, liberando cualquier resistencia a las circunstancias o personas. Me lleno de fe, sabiendo que una actitud de gratitud me guiará a resultados más elevados y nobles. Mi corazón esperanzado elige ver la posibilidad en todo.