Las manifestaciones se han adueñado de las calles de Cataluña, después de que el Tribunal Supremo dictara este lunes la sentencia contra los líderes independentistas por el 'procés, a los que condena a penas de entre 9 y 13 años de prisión. Durante toda la semana, las calles de las principales calles de esta comunidad autónoma han sido escenarios de protestas, muchas de ellas pacíficas, si bien otras han desencadenado caos y causado daños y decenas de heridos.
Las protestas estuvieron marcadas por el colapso del aeropuerto El Prat de Barcelona el día de la sentencia, por los disturbios y choques entre los manifestantes y las fuerzas del orden, por la irrupción de una marcha de extrema derecha que recorrió las calles de Barcelona, así como por una huelga general y cinco 'marchas a pie por la libertad' que confluyeron este viernes en Barcelona.
En este contexto encrespado, Javier Rodríguez Carrasco, opina que "el independentismo ya se ha convertido en un viaje de un solo destino para una parte" de la sociedad catalana: "que se haga un referéndum" que conduzca a la secesión... O no.
Porque, ¿qué sucedería si en esa consulta saliera el 'sí'?, se pregunta el presentador. En ese caso, surgirían varias preguntas sobre cómo serían tratados los catalanes que se oponen a independencia. Por otra parte, si ganara el 'no', "¿qué harían los independentistas?". "Ambas alternativas tienen una cosa en común: no significan ni cohesión, ni sociedad unida y sin fisuras", recalca Rodríguez Carrasco.
"Cataluña y España están en uno de los momentos más importantes de su historia, y lo peor de todo es que, como siempre, en el caso de Cataluña cierta burguesía política está moviendo allí los hilos mientras los jóvenes se parten la cara o venden su alma a una idea que les lleva a un callejón sin salida", afirma el presentador de 'El Zoom'.
Rodríguez Carrasco subraya que "si hubiera una salida, el Gobierno de España debería actuar" por medio del "diálogo" y "no con la imposición y violencia". Además, añade que estigmatizar a todos los independentistas como violentos y meterlos en el mismo saco es un error. "Las ideas son libres al igual que las opiniones, aunque está claro que todo debe estar bajo el amparo de la ley", comenta el presentador.