(Foto del perfil de Facebook)
Por Antonio Rondón García
Moscú, 20 dic (Prensa Latina) Cuatro horas y 20 minutos, con 58 preguntas, parecieron no bastar al presidente Vladimir Putin para exponer los detalles de una Rusia, de cuyo cambio en los últimos 20 años es hoy totalmente responsable.
Putin llamó a respetar la herencia de la milenaria historia rusa, sobre todo, la forjada por la Unión Soviética, base que sirvió luego para alcanzar otras metas, pero llamó a tener cuidado con expresiones de que la economía real solo trabaja con ese legado soviético.
Ante unos dos mil periodistas nacionales e internacionales que trataron de llamar su atención por los más increíbles métodos posibles, Putin actualizó la información de lo logrado en las últimas décadas, pero sobre todo, después de las sanciones aplicadas por Occidente en 2014.
El 75 por ciento de la potencia de industria de elaboración y procesamiento trabaja con instalaciones hechas después de 2000.
De ese volumen el 19 por ciento tiene solo 12 años de fabricado, mientras que se construyeron tres nuevos aeropuertos, 45 autopistas, 12 nuevas terminales de trenes, mientras se duplicó el número de carreteras federales, pues eran 39 y ahora son más de 80, acotó.
En el caso de la agricultura, en tiempos de la Unión Soviética éramos un gran comprador de trigo en el orbe, recordó.
Ahora Rusia es uno de los mayores exportadores de trigo, el número uno. Estados Unidos produce más, pero tienen un mayor consumo, puntualizó el jefe de Estado, quien organizó una verdadera lotería a la hora de decidir que pregunta responder ante el algarabío de la prensa.
La agricultura creció en un 47 por ciento, mientras que el monto de sus exportaciones registró un incremento de 2,6 veces, para situarse en 24 mil millones de dólares, destacó el jefe de Estado, quien recordó las inversiones millonarias en el programa de sustitución de importaciones.
Todos los puertos de la Unión Soviética de conjunto tenían un volumen de carga de 600 millones de toneladas, ahora solo en Rusia ese monto llega a los mil 104 millones, constató el mandatario, en un intento por actualizar sobre el progreso de esta nación en dos décadas.
Contamos ahora con 600 nuevos yacimientos minerales, mientras se construyeron ocho bloques en centrales atómicas, la mitad de lo edificado en ese sector en todo el periodo soviético, comentó Putin, quien sin embargo, considera necesario rescatar lo positivo de la época anterior.
Aunque Rusia no está entre los principales generadores de gases tóxicos a la atmósfera, con seis por ciento del total, por debajo del generado por Estados Unidos y China, con 60 puntos, y la Unión Europea, con 11, nos preocupan los efectos del cambio climático, afirmó.
La preocupación del presidente ruso tiene en cuenta las decenas de ciudades que se encuentran en el norte de este inmenso país, cuyas estructuras de viviendas y otras instalaciones se construyeron sobre una superficie en congelación perpetua.
Además, Putin recordó que el crecimiento promedio de la temperatura en Rusia es de un grado y medio.
De ello pueden dar fe los moscovitas, que vieron como en diciembre se rompieron varios récords, algunos por primera vez en 124 años, al registrarse temperaturas casi 10 grados por encima de la norma. Se acerca el nuevo año y esta capital sigue sin un copo de nieve.
Pero Putin debió emplearse a fondo en la conferencia de prensa para explicar o rechazar de la forma más diplomática posible, verdaderos proyectos como puentes, construcciones de metro, reparaciones de escuelas o la solución al problema de los desechos.
Todo ello esta, además, muy relacionado con los llamados proyectos nacionales que, después de casi un año de su funcionamiento, algunos periodistas en la conferencia de prensa se cuestionaron si eran verdaderamente realizables.
Ello obligó a Putin a reconocer que existen al menos 38 objetivos, de los cuales 12 por ahora son más difíciles de realizar. Además, planteó, en algunos casos hemos triplicado lo planificado como sucedió con la construcción de viviendas.
La masa de medios de difusión en la conferencia de prensa por momentos recordaba la ebullición de un volcán, del cual en lugar de salir lava, saltaban preguntas incómodas sobre la vida privada del mandatario o de cómo funciona el sistema judicial en el país.
Putin fue tajante, no hay intocables y lo demostró con ejemplos de funcionarios de los órganos del interior arrestados por prácticas delictivas.
Claro está, que la construcción de la Rusia fuerte estuvo muy asociada con la recuperación de su capacidad de defensa, nada que ver con lo visto en 2000, y con su política exterior, fijada en la protección de los intereses nacionales y del apego a las normas del derecho internacional.
Decenas de miles de palabras empleó Putin para mostrar a medios de difusión la Rusia creada en los últimos tiempos. Si lo logró, eso solo lo dirán otros, como mismo dijo el jefe de Estado cuando le preguntaron si ya se consideraba una personalidad histórica.