España, campeona de la Copa Davis, jugadrá mañana domingo, a las 08.30 horas, la final de la nueva ATP Cup por países contra Serbia, tras acabar con el sueño de la anfitriona Australia en el Ken Rosewall Arena de Sydney.
Roberto Bautista se exhibió desquiciando a Nick Kyrgios 6-1 y 6-4. A continuación, Rafa Nadal remontó ante un inspirado Alex de Miñaur al que acabó aplastando: 4-6, 7-5 y 6-1 en 2h.13’.
El título pasa por un pulso con Serbia, que batió 3-0 a Rusia con autoridad: Dusan Lajovic abrió el camino batiendo a a Karen Khachanov 7-5 y 7-6 (1) y Novak Djokovic remató la batalla frente a Daniil Medvedev 6-1, 5-7 y 6-4. El doble lo dejaron a actores secundarios, y Nikola Cacic y y Viktor Troicki doblegaron a Teimuraz Gabashvili y Konstantin Kravchuk (Rus) 6-4 y 7-6 (7).
Los dos principales cabezas de serie, según el corte del pasado 9 de septiembre, Serbia (1) y España (2), pelearán por una copa que también aporta puntos de ranking mundial, dándole un aliciente más al choque que vivirán Novak Djokovic y Rafa Nadal, que no se enfrentan desde Roma 2019, casi ocho meses atrás.
Si Bautista, 31 años y 10º ATP, realizó un choque prácticamente perfecto volviendo loco a Kyrgios, 24 años y 29º ATP; Nadal, 33 años y nº 1, tuvo que superarse a sí mismo asustando los fantasmas de la derrota del día anterior ante David Goffin y frenando a un crecido De Miñaur, a sus 20 años el 18º ATP y actuando en la ciudad donde nació, Sydney, aunque se haya formado y resida en Alicante.
Nadal había arrollado al joven ‘aussie’ en Wimbledon 2018 y Australia 2019, con el mismo resultado de 6-1, 6-2 y 6-4. Era otra historia, ha pasado tiempo y De Miñaur contó con el apoyo de 10.000 espectadores entregados.
Al balear le costó dejar atrás el KO con Goffin y activar las piernas tras haberse ido a la cama muy de madrugada ya que el doble frente a Bélgica concluyó a la una.
De Miñaur, verdugo antes en el torneo de Zverev y Shapovalov y víctima de Evans, se creció repartiendo golpes eléctricos, tomando la iniciativa desde un ‘break’ de entrada de un todavía apagado Nadal.
Aguantó el festival australiano el número uno. Se agarró a su saque buscando una oportunidad que llegó justo en un instante de máxima tensión, el primero que experimentaba De Miñaur. La bola de break para el balear llegaba con la etiqueta además de punto de set, que cerró a favor para 7-5.
Se desató Nadal, un ‘killer’ que fue a pulverizar a su enemigo cuando lo vio tocado. Le metió un parcial de 6-0, se adelantó 4-0 en la tercera manga, y cerró en campeón. Con otra reacción de crack.