Los medios de comunicación mainstream se hacen eco de que una empresa privada vinculada al Gobierno ruso presuntamente pagó unos 100.000 dólares por anuncios políticos publicados en Facebook que influyesen en los resultados de las elecciones del 2016. Más tarde, el Kremlin rechazó estas acusaciones, que fueron más allá de la prensa y llegaron a la política.
"Nuestros adversarios buscan socavar nuestras instituciones democráticas e influenciar en la opinión pública y en las políticas gubernamentales. Rusia, China Irán y otros perversos actores extranjeros estarán tratando de interferir en el proceso de votación o influir en las percepciones de los votantes", dice un comunicado que fue publicado en noviembre del 2019 por uno de los oficiales de seguridad de la Administración Trump y citado por el periodista.
Sin embargo, la historia ha demostrado que EEUU atacó, saboteó y socavó a la URSS durante muchos años. Su interferencia en los asuntos internos fue una de las principales causas que posteriormente contribuirían al colapso del Estado soviético en 1991.
Para argumentar sus ideas, el periodista cita hechos concretos e ilustrativos. Uno de los primeros intentos de interferir en los asuntos internos de la URSS lo emprendió Washington poco después de la Revolución rusa de 1917, cuando decenas de miles de soldados liderados por EEUU invadieron el Estado soviético recién establecido."Es una interferencia un poco mayor que la [presunta] compra de anuncios en Facebook", destaca Rall con sarcasmo.
Durante la Segunda Guerra Mundial EEUU y la URSS se aliaron contra la Alemania nazi y prometieron tomar partido en los combates inmediatamente. Sin embargo, "los estadounidenses apáticos arrastraron sus pies durante tres años antes de entrar en guerra, contentos de estar parados mientras decenas de millones de ciudadanos soviéticos morían", recuerda el autor del artículo, publicado en el portal Counter Punch.
"FDR [Frank Delano Roosevelt] deliberadamente hizo que el pueblo soviético asumiera todas las penurias de la guerra y esperó que la URSS se desangrase", escribe el columnista citando a un comandante soviético que luchó en la guerra.
En 1962 el presidente estadounidense John F. Kennedy "llevó al mundo al borde" de la Tercera Guerra Mundial porque la URSS había desplegado sus misiles a unos 140 kilómetros de Florida, prosigue. Dos años antes de la Crisis de los misiles de Cuba los militares soviéticos derribaron el avión del espía estadounidense Gary Powers. Este suceso entró en los anales de la historia como el incidente del U-2, recuerda Rall.
"Nadie se pregunta qué hacía aquella aeronave en el espacio aéreo de la URSS. Fue un acto de guerra", destaca el periodista.
"Volar por los aires un gasoducto de semejante tamaño era una medida un poco más dramática que la publicación de los correos de los demócratas. Aunque no hay pruebas de que Rusia esté tras este acto", comenta el autor.
Otro de los planes de Reagan implicaba sabotear la economía de la URSS. Dado que el petróleo y el gas eran los mayores rubros de las exportaciones soviéticas, EEUU convenció a Arabia Saudí de que aumentase la extracción de estos hidrocarburos. El crecimiento de la oferta en el mercado condujo a que se desplomasen los precios a nivel mundial y a que la economía soviética, como consecuencia, cayese en picado, según Rall.
"Si Rusia hubiera causado deliberadamente la crisis financiera de 2008-2009 solo para meterse con nosotros, lo veríamos como un acto de guerra (…) ¡Y hablan de la interferencia [en las elecciones]! Los estadounidenses trabajaron duro para destruir la URSS", concluye el periodista.