Funcionarios del Gobierno chino ordenaron que las principales compañías agrícolas del país asiático, como Cofco y Sinograin, cancelen temporalmente las adquisiciones de algunos productos agrícolas estadounidenses, incluida la soja, comunicaron a Bloomberg las fuentes cercanas al caso que prefirieron mantener su anonimato.
Este cambio de adquisiciones tendrá lugar mientras Pekín evalúa la escalada de tensiones con Washington a cuenta de Hong Kong. Ello supondría un considerable golpe a los agricultores del país norteamericano, ya que durante mucho tiempo China ha sido uno de los mayores importadores de soja estadounidense en el mundo.
Además, los consumidores chinos cancelaron la compra de carne de cerdo a EEUU, indicaron las mismas fuentes.Esta interrupción pone en peligro el acuerdo comercial de la primera fase, que fue alcanzado a duras penas por las dos economías más grandes del mundo. Según este acuerdo, China tendría que aumentar sus importaciones desde EEUU a cambio de cancelar los aranceles impuestos sobre los bienes chinos exportados al país norteamericano.
Si bien el primer ministro chino, Li Keqiang, volvió a prometer en mayo de 2020 que China respetaría el acuerdo comercial, las tensiones han seguido escalando desde entonces debido a que el país asiático había consolidado su control sobre la situación política en Hong Kong.
Danílov considera que el mensaje político de la jugada de Pekín es obvio. China mostró a EEUU que, si Washington buscase castigar al país asiático por haber sofocado el movimiento separatista hongkonés, Pekín "comenzaría a destruir demostrativamente el principal logro" del presidente estadounidense, Donald Trump, en política exterior. Y puede hacerlo justo antes de que se celebren las elecciones presidenciales en EEUU para "infligirle el máximo daño posible".
¿Por qué el acuerdo comercial con China es tan importante para el político republicano?
El acuerdo comercial de la primera fase tiene una gran importancia simbólica para Donald Trump. Porque no solo es un documento técnico sobre un tema comercial clave, sino también una decisión que ha sido tomada al nivel más alto, es decir, por el mismísimo presidente estadounidense y su homólogo chino, Xi Jinping.
"De por sí el acuerdo comercial fue el principal y, en general, único éxito de la Administración republicana en el frente chino. La comunidad empresarial estadounidense, así como una parte de la comunidad de expertos, sigue respetando una serie de principios antiguos y bastante pragmáticos a la hora de analizar cuánto éxito han tenido los pasos específicos en la política exterior", recuerda el columnista en su artículo para la versión rusa de Sputnik.
En este sentido a Washington no le importa el daño material infligido a sus oponentes, sino "cuánto dinero podrán ganar las empresas estadounidenses o el Tesoro de EEUU" a raíz de sus pasos poco amistosos. Según el columnista, no es la primera vez que las autoridades estadounidenses utilizan la misma táctica. En su día el número de tanques destruidos en Irak por las tropas estadounidense no fue de ningún interés para la Casa Blanca, en comparación con los yacimientos de petróleo situados en los territorios ocupados.
Con ello, los críticos del acuerdo firmado con China indicaban que en realidad el gigante asiático no tuvo que ceder a nada para cumplir con las nuevas condiciones: simplemente cambió al suministrador de los bienes que ya adquiría en otros mercados del mundo. En esencia, a modo de ejemplo, al hacer que con la firma del acuerdo Pekín compre más soja estadounidense, salieron perdiendo solo los exportadores de soja brasileños.Para Trump las relaciones comerciales con China son un problema que incluye dos componentes pertenecientes a dos ámbitos muy importantes: la política interior y la exterior. Por un lado, los granjeros y los residentes de los estados agrícolas son el núcleo del electorado de Trump para las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre del 2020, destaca el autor del artículo.
"Trump no puede permitirse ganarse fama de político que no ha cumplido con las expectativas de sus votantes más leales, especialmente porque ahora existen muchos otros problemas económicos, epidemiológicos y raciales en el país norteamericano. Por ello, la interrupción de las exportaciones prometidas y los ingresos financieros respectivos se convertirán en un desastre político y de reputación", enfatizó el periodista.
Según Danílov, la firma del acuerdo de la primera fase demostró a aquellas personas que se habían opuesto a una severa ruptura de lazos económicos con China que "los métodos utilizados por Trump y relacionados con las amenazas y el chantaje todavía funcionan".
"Resumiendo todos los factores, resulta que es China quien realmente ha actuado de una manera increíblemente moderada y que su suspensión de las importaciones es una especie de disparo preventivo que se lanza al aire", concluye el periodista, destacando que "es prácticamente imposible que la jugada de China detenga a Trump".