Kamala Harris, de 55 años, que actualmente ostenta el cargo de senadora de EEUU por el estado de California es una política muy experimentada. Nació el 20 de octubre de 1964 en la familia de un padre jamaicano y madre india en la ciudad de Oakland, en California. Se graduó de la Universidad Howard y de la Universidad de California. Tiene un título universitario de doctora en jurisprudencia.
Su carrera profesional empezó a cobrar impulso en los 2000: desempeñó el cargo de fiscal del distrito de San Francisco entre 2004 y 2011 y, luego, de fiscal general de California entre 2011 y 2017. Su trabajo profesional como fiscal fue uno de los ejes principales de su campaña presidencial de 2020, cuando era rival de Biden en las primarias.
Harris se describe como una "fiscal progresista" y asevera que es posible tener una posición dura respecto al crimen y, al mismo tiempo, hacer frente a las deficiencias del sistema judicial. La senadora relataba que había decidido tomar la carrera profesional de fiscal porque creía que era capaz de cambiar el sistema desde dentro.
Camino profesional
Precisamente esto fue uno de los principales mensajes de su campaña y muchos votantes estaban listos para votar por ella porque confiaban en su experiencia en el sistema judicial de Estados Unidos. No obstante, esto no quiere decir que esquivó ser criticada por varias acciones de su camino profesional.
Cuando sirvió como fiscal general, rara vez enjuició a los oficiales de la Policía que habían matado a civiles, si bien en algunos casos abrió revisiones de varias comisarías. Harris se mostró en contra de la pena de muerte, pero cuando en 2014 un juez declaró que la pena de muerte en California era una sentencia no constitucional, apeló esa decisión y lo explicó con su obligación de hacerlo así porque ostentaba el cargo de la fiscal general del estado.
El plan para la justicia penal que Harris publicó durante su campaña presidencial de 2020 incluyó una serie de medidas progresistas, pero es notable que estas son las medidas a las que se opuso durante la fase inicial de su carrera profesional como fiscal.
El siguiente paso en la carrera de Harris fue su elección al Senado de EEUU en 2016. Durante su tiempo como senadora júnior por California, pasó a ser conocida por sus interrogatorios intensivos a los funcionarios de la Administración Trump.
En los últimos años, trató de tomar el lado de la izquierda del Partido Demócrata. Apoyó los proyectos de aumentar el salario mínimo federal hasta 15 dólares por hora y de revisar el sistema de libertad bajo fianza. También apoyó a la aprobación de la legislación en materia de justicia racial en respuesta al asesinato de George Floyd en mayo de 2020.
Aspiraciones presidenciales
El 21 de enero de 2019, Kamala Harris anunció oficialmente que entraría en la carrera presidencial. En cuestión de 24 horas después del anuncio de su candidatura, igualó un récord establecido por Bernie Sanders en la recaudación de dinero para la campaña presidencial.
Harris contó con mucha popularidad entre los votantes. Por ejemplo, el 27 de enero cerca de 20.000 personas asistieron al evento en el que lanzó su campaña presidencial en su ciudad natal de Oakland, California. Después de su primer debate, su índice de aprobación se disparó, pero pronto cayó y no volvió a cobrar impulso.
La precandidata sugería cambios que fueron bastante populares entre los votantes y entre los miembros de su partido. Fue una de las personas que puso de relieve el tema del derecho de las mujeres al aborto. Su equipo, además, subrayó que Harris era capaz de participar en cualquier tipo de debate, incluso contra el presidente Donald Trump. El mensaje fue muy simple: Harris no se quedaría intimidada ni por las políticas ni por el discurso de odio del mandatario actual.
En su campaña también abordó el tema de la justicia racial, pero al mismo tiempo no logró presentar un programa contundente respecto al tema de la sanidad pública. Como consecuencia de la falta de dinero, abandonó la carrera presidencial a finales de 2019. En marzo de 2020, Harris anunció que respaldaba la candidatura presidencial de Joe Biden.
Puntos fuertes y débiles de la candidatura de Harris
En la etapa inicial, pudo parecer que las relaciones entre Kamala Harris y Joe Biden eran por lo menos muy tensas. Por ejemplo, durante el primer debate en el marco de su campaña presidencial, Harris lanzó un ataque verbal muy memorable contra Biden y por lo tanto en aquel entonces nadie podía predecir que ella se convertiría en su compañera de batallas.
Asimismo, dijo que fue "hiriente" oír a Biden hablar bien de su trabajo con los senadores segregacionistas. Pero todo esto ya se quedó en el pasado.
Ahora Biden claramente puede beneficiarse de la decisión de incluir Harris en su equipo presidencial porque muestra su conexión tanto con la población afroamericana y la de origen india como con las mujeres que quieren sentirse representadas en el sistema político del país norteamericano.
Es evidente que las marchas del movimiento Black Lives Matter fueron las que impulsaron la decisión de Biden de elegir a Harris. Anteriormente, se consideraba que Elisabeth Warren sería la candidata a la vicepresidencia. Finalmente, Kamala Harris se ha impuesto a otros nombres como el de Susan Rice, exembajadora de EEUU ante la ONU.
Además, Harris asevera que luchó durante años por parte de las comunidades de inmigrantes y que ha optado por un sistema migratorio más justo. Es posible que su posición favorable hacia los migrantes pueda atraer el voto latino. Otro punto fuerte es la posición adversa de Harris respecto a la Administración Trump: la candidata a la vicepresidencia desde los tiempos de su propia campaña presidencial se mostró dispuesta a retar al dirigente actual.
Sin embargo, también es posible que muchos en Estados Unidos se queden decepcionados con la decisión de Biden de elegir a Harris porque ella se dedicó a una carrera en las fuerzas del orden público. En particular, se trata de la gente joven que en el contexto de las recientes protestas quiere ver una reforma policial respaldada por la Casa Blanca y, desde su punto de vista, Harris apenas puede ser la cara de esta reforma.