Gratitud
Jamás me cansaré de agradecerte
por tanta inspiración inmerecida
La musa que ya daba por perdida
volvió a mi corazón al conocerte
Como prodigio, de mi pluma inerte
brotó la poesía, la florida
palabra que tenía ya dormida
y despertó al mirarte. Dulce suerte!
No dejo de cantarte
y es tan fuerte la inspiración a mi alma concedida
que no descenderá cuando la muerte le llegue.
Seguiré tras mi partida cantándote.
Permite que te oferte mi eterna gratitud
d/a
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