—Hay consenso en que las elecciones legislativas del 6 de diciembre son un momento decisivo en el desarrollo de la Revolución Bolivariana. ¿Está de acuerdo? ¿Por qué?
Estoy totalmente de acuerdo. El resultado de las elecciones de este 6 de diciembre para elegir a la nueva Asamblea Nacional es sumamente importante no solo para nuestro país, sino para Nuestra América.
En 2015, el hecho de que la oposición lograra la mayoría en la Asamblea Nacional sirvió para que la Casa Blanca impulsara el guión del "golpe de Estado continuado" y lo aplicara durante todos estos años. Cuando se instaló la Asamblea en enero de 2016 con mayoría opositora, inmediatamente intentaron aplicar un golpe parlamentario para sacar al presidente Maduro, es decir frenar nuestra revolución, y montar un gobierno títere de los EEUU. Han sido cinco años en que esa oposición venezolana, siguiendo instrucciones del gobierno estadounidense, han aplicado todas las recetas habidas y por haber de los golpes de Estado, incluyendo el intento de asesinato del presidente Maduro, infiltrando mercenarios paramilitares para asesinarlo al igual que a líderes y lideresas de la revolución. No han podido. Todo les ha fallado.
Pero fueron cinco años de sufrimiento para nuestro pueblo. Esa mayoría de la oposición en la Asamblea incluso solicitó invasiones a nuestro país y propició un duro
bloqueo económico y financiero. Es muy fácil entender por qué resulta de enorme importancia que el pueblo salga mayoritariamente a votar, consciente del daño que ha hecho esta oposición y apoye a los candidatos de la revolución.
Estamos seguros del triunfo, pero no nos confiamos. No subestimamos al enemigo. Esta victoria es necesaria para seguir nosotros en paz construyendo nuestra revolución y seguir con las políticas que beneficien al pueblo. Es fundamental romper ese bloqueo económico y financiero que impuso el gobierno de EEUU.
—A partir de 2016, con Mauricio Macri, Lenin Moreno, Jair Bolsonaro, Lacalle Pou y el golpe de Estado en Bolivia parecía que avanzaba una contraofensiva conservadora de largo aliento. Pero no fue así. Bolivia se recuperó. Ganó Fernández en Argentina y López Obrador en México. ¿Se trata de una nueva etapa progresista o es continuidad de la anterior? ¿Cuánto pesan las elecciones legislativas de Venezuela en este escenario?
Son los triunfos de nuestros pueblos. Comenzaron en el inicio de este siglo y, haga lo que haga el imperio norteamericano y sus aliados en nuestro continente, no volverán a atrás.
Cuando arremetió el imperialismo norteamericano, hubo un golpe parlamentario en Brasil, triunfó la derecha en Argentina a través de elecciones y consiguieron infiltrar en Ecuador a un gran traidor que disfrazado de revolucionario ganó las elecciones con los votos de la Revolución Ciudadana. Era, en realidad, un vendido a los gringos. Traicionó a su pueblo, a su conciencia. Pero el pueblo ecuatoriano le cobrará todo lo que tenga que cobrarle. No obstante, estos fueron todos triunfos circunstanciales del imperialismo.
Recuperamos Argentina, que vuelve al camino del
progresismo. México, con el gobierno de López Obrador. Las fuerzas opositoras mexicanas nunca imaginaron que iba a suceder algo como eso en el querido México. Ha sido un gran éxito de la revolución continental. En Bolivia, un año después del
golpe de Estado, en un proceso electoral organizado por los mismos golpistas, el pueblo boliviano votó en mayor cantidad que el año anterior por la fuerza revolucionaria que dirige Evo Morales. Bolivia ha recuperado su camino revolucionario y así va a seguir sucediendo.
Vamos a seguir construyendo en Nuestra América ese mundo nuevo, posible y necesario. En febrero habrá elecciones en Ecuador, y hagan lo que hagan, no podrán descalificar a los candidatos de la Revolución Ciudadana, ni al pueblo que votará por esos candidatos. Con Cuba, Venezuela y Nicaragua han intentado todas las recetas de golpe de Estado que se le han ocurrido y no han podido. Por eso nos llaman el triángulo del mal. Hablemos del triángulo del bien, eso es lo que nosotros somos. Con humildad, somos un ejemplo de resistencia para los pueblos de Nuestra América.
—Como ha sucedido en el pasado, las elecciones a la Asamblea Legislativa son desconocidas por EEUU y la Unión Europea. La buena noticia es que acudirán observadores internacionales de muchos países entre ellos de Argentina. ¿Qué hará el gobierno venezolano frente al desconocimiento de las potencias?
Como gobierno y como pueblo, seguiremos haciendo lo que hemos hecho en todos estos años. No es la primera vez que tanto el gobierno de EEUU como los de la UE no reconocen nuestras elecciones. Hemos realizado 24 elecciones de diferente tipo en estos 21 años de revolución. Hemos perdido solo dos y lo hemos reconocido de inmediato. En cambio, la derecha venezolana, dirigida por Washington ha desconocido las 22 que hemos ganado. Por eso buscan la manera de justificar todo lo que nos han hecho diciendo que el gobierno es ilegal. Dicen que las elecciones que ganó el presidente Maduro fueron fraude, y por eso ellos se conceden la potestad de intentar invadirnos, lanzarnos sanciones de todo tipo, de instaurar ese bloqueo económico y financiero.
Vamos a seguir resistiendo y venciendo. Hay que recordar que nosotros tenemos el reconocimiento más importante: el de la mayoría de nuestro pueblo que está participando de este proceso. Incluso la mayoría de la oposición está reconociendo que el presidente legítimo es Nicolás Maduro y no la pantomima que instaló el imperio con Guaidó y está participando en estas elecciones. La oposición reconoce que es un proceso transparente y apegado a la Constitución. Por tanto van a tener que reconocer los resultados de las elecciones legislativas. Pero además tenemos el reconocimiento de la mayoría de la comunidad mundial.
Cuando comenzó esa patraña de la autoproclamación de Juan Guaidó, sólo 55 países, siguiendo a EEUU, reconocieron esta supuesta presidencia interina. Ese número representa la tercera parte de la comunidad mundial. Y además, ese número inicial de 55 países ha ido disminuyendo. Ese desconocimiento no nos preocupa. Nosotros seguimos nuestro camino. Y sabemos que las tres cuartas partes de los gobiernos del mundo están en contra de esos intentos injerencistas y golpistas del gobierno de EEUU. Ese es el reconocimiento que a nosotros nos interesa.
—El 14 de diciembre el colegio electoral de EEUU va a elegir finalmente al próximo presidente de EEUU. Teóricamente será Joe Biden. ¿Cree que cambiarán las relaciones entre EEUU y Venezuela?
Sabemos que sea quien sea el presidente de EEUU, la política internacional va a ser la misma. El establishment estadounidense quiere seguir haciéndole creer a la comunidad mundial que ellos son un ejemplo de democracia. Y hace más de un mes que ese modelo de democracia perfecta no se sabe quién es el presidente que eligió el pueblo estadounidense. ¡Imagínense si eso ocurriera en un país como Venezuela! Nosotros hemos dado, en todas las elecciones, los resultados el mismo día. Son cifras exactas, legales, con todas las auditorías habidas y por haber, como lo establece el Consejo Nacional Electoral. Es un proceso automatizado y transparente, con veedores internacionales. Las instituciones de expertos por el CNE como acompañantes que invitamos desde el gobierno, desde el Partido Socialista Unido de Venezuela, pero todos bajo las normas establecidas, cumpliendo las leyes, observando el proceso y avalándolo.
En EEUU, el presidente actual, como un niño malcriado, dijo que no iba a entregar la presidencia, que le hicieron
un fraude y ha tenido el tupé de decir que el fraude fue dirigido por Venezuela, Cuba y China, como si el mundo fuese bobo. ¡Imagínense tamaña tontería! En el país que se autodefine como la mejor democracia y con los mejores cuerpos de inteligencia del mundo. Sabemos que cuentan con un desarrollo tecnológico de primer nivel. ¿Cómo es que Venezuela, apoyado por Cuba y por China, puede ser capaz de montar un fraude en EEUU? Eso es una cosa que los deja muy mal a ellos mismos y que no tiene ninguna credibilidad. Esa es una muestra de lo que es su sistema electoral, su sistema político fascista, con el que ellos quisieran conquistar el mundo.
Respondiendo a su pregunta, no hay ninguna expectativa con que ellos vayan a cambiar en positivo respecto a Venezuela. La política internacional de EEUU, así como la que ellos desarrollan para su propio pueblo, no depende de quién sea el presidente. Es una estructura que gobierna el país y que se ha mantenido de la misma manera desde que se fundó esa nación. Quienes dirigen esa estructura están tras bambalinas, pero con un gran poder económico y político, incluso con cargos heredados, que pasan de generación en generación.
— Por último y desde ya muchas gracias por esta entrevista exclusiva con Voces del Mundo, ¿puede ofrecernos alguna reflexión sobre Cuba?
Yo estoy desempeñándome como embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba. Puedo decirle que aquí el pueblo cubano apoya al gobierno que dirige el compañero Díaz-Canel, enfrentando con sus políticas las intenciones del imperialismo norteamericano.
Es importante recordar que el pueblo cubano está resistiendo esas pretensiones del imperialismo desde hace 60 años. Ahora es un pueblo unido al venezolano en los últimos 21 años. Por eso ahora lo digo en plural: estamos resistiendo y venciendo al
imperialismo norteamericano. Es la disposición de un pueblo a ser definitivamente libre, haga lo que haga el imperialismo.
Hemos estado participando de actividades para conmemorar los cuatro años de la siembra que ha dejado ese gigante, el comandante Fidel Castro, el líder fundamental de la Revolución Cubana y también un maestro para todos los revolucionarios y revolucionarias de Nuestra América y del mundo. Somos dos revoluciones hermanas, los dos pueblos cantan con mucho amor "Cuba y Venezuela, una sola bandera".