Hablar de la fe, vivir la fe, actuar por fe en Cristo Jesús .STGO 2 : 14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Apocalipsis 14:2 12 Aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Ahora, hermanos, ustedes se han adiestrado de tal manera en dudas e interrogantes que tienen que educar sus almas en la línea de la fe. Tienen que hablar de la fe, vivir la fe, actuar por fe, para que puedan crecer en la fe. Ejercitando esa fe viviente, crecerán hasta ser hombres y mujeres fuertes en Cristo Jesús.
Ustedes pueden ser exactamente lo que Cristo dijo que sus discípulos deberían ser: “La luz del mundo”. Mateo 5:14. Ustedes deberían esparcir a otros esa luz, esperanza y fe. No deben marchar en su servicio quejándose, como si El fuera un capataz duro que pone sobre ustedes cargas que no pueden llevar. Este no es el caso. El quiere que ustedes estén llenos de gozo, llenos de la bendición de Dios, a fin de que conozcan la longitud y la anchura y la altura y la profundidad del amor de Dios, que excede todo conocimiento. Cuando se menciona su nombre, El quiere que haga vibrar la cuerda tónica y sus corazones responderán. Entonces podrán ofrecer acción de gracias y gloria y honor y alabanza a Aquel que se sienta en el trono y al Cordero.
Deberían aprender a cantar ese cántico aquí; y cuando sean transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, sabrán exactamente dónde entonar el cántico de triunfo con los ángeles celestiales y con los santos redimidos. Hemos de hacer que las bóvedas celestiales resuenen entonces con alabanza y gloria. Pero hagamos que las bóvedas resuenen aquí. Despierte este lugar alabanza en sus corazones. Mientras están en esta tierra contemplen los árboles majestuosos, la alfombra de terciopelo verde, y permitan que la alabanza surja en sus corazones. Alaben a Dios porque tenemos el privilegio de estar en este mundo, hermoso como es. Nos dirigimos a un lugar mejor. Esta tierra va a ser purificada, fundida, y hecha sin pecado.
¿No tenemos todo lo necesario para que nuestras mentes estén dirigidas al cielo? ¿No tenemos todo lo necesario para hacernos salir de esta mundanalidad y sensualidad, esta charla barata y sin sentido, estas bromas y chanzas, este falso testimonio, charlatanería y suposiciones malignas? ¡Pongan todo eso a un lado! ¡Es una desgracia para la iglesia! La enferma y debilita.
Sea nuestra conversación santa. Como Dios es santo en su esfera, seamos santos en la nuestra. Regocijémonos en el precioso Salvador, que murió para redimirnos, y reflejemos la gloria a Dios. Unámonos con el cielo en nuestras alabanzas aquí y unámonos a los cánticos de los ángeles celestiales en la ciudad de nuestro Dios.STGO 2:14,17
[V.14-> Hermanos. Cf. Stg 2:1; Stg 2:5; com. Stg 1:2. ¿De qué aprovechará? Literalmente “¿cuál [es] el provecho?”; es decir, en cuanto a la salvación eterna. El apóstol se ocupa aquí de otro aspecto de los deberes prácticos de la “religión pura” (ver com. Stg 1:27). Algunos feligreses (Stg 2:1-13) quizá excusaban la parcialidad que mostraban con los ricos argumentando con un uso pervertido de la ley del amor Éxodo 20:1,17 sábado séptimo día Éxodo 31:12:18 ley del Sinaí .. Otros miembros de la iglesia (Stg 2:14-26) parecían excusarse por no haber cumplido con su deber cristiano referente a las buenas obras, argumentando que tenían “fe”. Fe. Gr. pístis, “fe”, “lealtad”, “confianza” (ver com. Heb 11:1). Esos cristianos sin duda afirmaban que la fe puede existir sin obras; pero Santiago les argumenta que la “fe” que no se manifiesta por medio de las buenas “obras”, es inútil. La fe verdadera es evidente para los demás por las “obras” que produce. Su existencia no depende de un simple testimonio personal. La persona que dice que tiene “fe”, pero carece de “obras”, puede ser comparada con el que piensa que es religioso (cf. Stg 1:26), pero no manifiesta las acciones o frutos de la “religión pura”. Obras. En los cap. 1 y 2 el apóstol ha destacado la importancia de las acciones cristianas; ahora hace frente directamente a los que descuidan los deberes de la “religión pura” (cf. Stg 1:27) porque tienen fe. En consonancia con los escritos de Pablo (ver com. Rom 2:6-10), se destaca aquí la necesidad tanto de la fe como de las obras en una genuina experiencia cristiana. Las obras llegan a ser la expresión de una vida convertida: acciones que brotan espontáneamente debido a la motivación de la fe. ¿Podrá la fe? Es decir, la fe sin obras. La pregunta demuestra que Santiago espera una respuesta negativa: “No; por supuesto que no”. La fe que no se manifiesta en buenas acciones continuas, nunca salvará a nadie; tampoco lo harán las buenas obras sin una fe genuina (ver com. Rom 3:28). ]
[V.15-> Si. Santiago presenta una situación común que a menudo pone a prueba la autenticidad de la fe de un cristiano. Desnudos. Gr. gumnós (ver com. Jn 21:7). Este adjetivo con frecuencia se aplica a los que están escasos de ropas y se encuentran expuestos a la intemperie sin una protección adecuada. Tienen necesidad. Esas personas carecen no sólo de lo superfluo sino de lo esencial para poder vivir. ]
[V.16-> Alguno de vosotros. El apóstol, sin hacer ninguna referencia personal, discretamente pone de relieve la inhumanidad de semejante conducta, quizá teniendo en cuenta casos reales. Id en paz. Forma común de despedida entre los judíos, aunque no sólo limitada a ellos (ver Hch 16:36). Explica aquí el deseo de escapar a prisa de una responsabilidad, diciendo: “Vete, y que Dios o algún amigo atiendan tus necesidades”. Calentaos y saciaos. Se necesita algo más que la simple fe para cubrir un cuerpo aterido y eliminar las angustias del hambre. Sería una cruel burla presentar textos bíblicos y dar consejos llenos de piedad sin proporcionar la ayuda material necesaria. El texto griego implica que esos miembros de la iglesia sugerían que algún otro debía socorrer a los necesitados. Necesarias. Algunos miembros de iglesia, que se jactaban de su “fe”, se negaban a socorrer a otros hermanos en Cristo, no dándoles lo que era absolutamente necesario para la vida, aunque se entiende que ellos podrían haber satisfecho esas necesidades. ¿De qué aprovecha? Esta fe vacía no aprovecha a los que necesitan ayuda material, ni tampoco a los miembros de la iglesia que pierden una oportunidad más de ayudar a Cristo en la persona de uno de sus “hermanos más pequeños” (ver Jn 3:17; com. Mat 25:41-45). ]
[V.17-> La fe. O sea “la fe” sin “obras” del Stg 2:14. Esta fe es simplemente una convicción intelectual de que ciertas doctrinas son verdaderas. La mente se convence debido a la abrumadora evidencia de la Palabra de Dios, pero el corazón permanece frío e inconverso. Si no tiene obras. Así como sólo puede demostrarse por medio de las obras que son genuinos los buenos deseos de ayudar a los pobres y a los necesitados, así también sólo puede demostrarse por medio de las obras que la fe es genuina. La fe sin el fruto de las obras cristianas es tina fe sólo nominal; le falta el principio viviente que rige las acciones del corazón (cf. Rom 2:13; 1Co 13:1-13). Muerta. La fe sin obras puede, como un cadáver, tener apariencia de una persona, pero no tiene vida. Una vid muerta no puede dar frutos; la fe muerta tampoco produce un modelo adecuado de las acciones cristianas. Ambas son inútiles. En sí misma. Santiago no está comparando la fe con las obras, sino la fe genuina con la fe muerta,. El que tiene una fe muerta puede creer en Dios, pero su fe es inútil porque esa convicción mental no da los frutos necesarios del servicio cristiano en la vida. Además de ser inútil en esta vida, esta fe muerta no puede salvar al que la posee (ver com. Stg 2:14). ]
Jesús nuestro modelo perfecto en la Santa Biblia y en su ley del Sinaí .
El que dice que está en él, debe andar como él anduvo. 1 Juan 2:6.
“Tenemos ante nosotros al más santo y sublime ejemplo. Jesús fue sin tacha, tanto en pensamiento, como en palabra y acción. Todos sus actos fueron perfectos. Nos muestra el camino que él recorrió, y nos dice: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.’” Mateo 16:24.—
“Cristo reúne en su persona la perfección y santidad de la divinidad y la perfección y santidad de su humanidad sin pecado. Él tuvo que afrontar las mismas tentaciones por las cuales Adán fue reprobado, y las venció porque su humanidad se apoyaba en el poder divino. Los cristianos de hoy se fijan ideales demasiado bajos. Se contentan con una experiencia espiritual muy superficial, y por lo tanto sólo perciben la luz en forma difusa, cuando podrían discernir con tanta más exactitud la maravillosa perfección de la humanidad de Cristo. La vida de Cristo es una manifestación de lo que la humanidad caída podría llegar a ser mediante una comunión más estrecha con la naturaleza divina....
“Los hombres y mujeres inventan toda clase de excusas por su propensión al pecado. Hacen del pecado una necesidad, algo que no se puede vencer. Pero el pecado no es una necesidad. Cristo estuvo en este mundo desde su infancia hasta la madurez, y en ese tiempo afrontó y venció todas las tentaciones que asedian al hombre. Es un modelo perfecto para la niñez, juventud, y madurez