PROMESAS DE DIOS PARA TI
LA SALVACION
Salmos 51.4-13
Contra ti he pecado, solo contra ti, haciendo lo malo,
lo que tú condenas. Por eso tu sentencia es justa,
irreprochable tu juicio. En verdad, soy malo desde
que nací; soy pecador desde el seno de mi madre.
En verdad, tú amas al corazón sincero, y en lo íntimo
me has dado sabiduría. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la
nieve. Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo,
aunque me has quebrantado. Aleja de tu vista mis
pecados y borra todas mis maldades, Oh Dios. ¡Pon en mi un corazón limpio!, ¡Dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación, sostenme con tu espíritu
generoso, para que yo enseñe a los rebeldes tus
caminos y los pecadores se vuelvan a ti.